Sede de Naturgy en Madrid / EP

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La negociación de los fondos europeos allana el camino de la opa de Naturgy

El Gobierno debate las condiciones que impondrá al fondo IFM para la oferta sobre la energética tras descartar tumbarla

29 abril, 2021 00:00

La opa parcial del fondo IFM Investors por el 22,7% de Naturgy está un poco más cerca de ser una realidad. El Gobierno ha pasado a la fase de acordar las condiciones que impondrá al inversor australiano. Pero lo que ha dado por descartado es tumbar la operación, tras un intenso debate en el que ha tenido un peso considerable uno de los argumentos expuestos por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en el sentido de que un veto de este tipo no sería bien visto en Bruselas, precisamente cuando van a empezar a tramitarse los fondos europeos de recuperación.

No ha sido una batalla sencilla la que ha tenido que librar hasta ahora Calviño para sumar apoyos a su causa del ‘sí’ a la opa, en la que al principio se encontraba prácticamente en solitario.

Suma de apoyos

Desde la irrupción de la oferta y su presentación formal al Ejecutivo por parte de IFM, la división en el Consejo de Ministros ha sido una constante a la hora de gestionar esta situación, derivada de las medidas que adoptó en los comienzos de la pandemia para blindar a las compañías de sectores considerados como estratégicos, cuyo desplome en el mercado les convertían en pasto fácil para inversores procedentes de fuera de la Unión Europea.

La postura del Ejecutivo ha ido variando conforme pasaban las semanas y disponía de mayor información tanto del historial de IFM como de sus intenciones a la hora de aterrizar en el capital de Naturgy. La opción de aprobar la opa ha ido de menos a más, de manera que el bloque de Calviño ha terminado por imponerse; enfrente, no sólo estaban los representantes de Unidas Podemos en el Ejecutivo, sino también alguien con mucho peso en Moncloa aunque no forme parte del Consejo de Ministros, como es Iván Redondo, el jefe de gabinete del presidente Pedro Sánchez.

La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Digitalización, Nadia Calviño, esta semana tras el Consejo de Ministros / EP

La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Digitalización, Nadia Calviño, esta semana tras el Consejo de Ministros / EP

Descartado el 'no'

La fumata blanca está ahora más próxima, como adelantaba este miércoles El Confidencial, que incluso daba por hecho el visto bueno definitivo del Consejo de Ministros a la operación.

“No está aprobada aún, el debate sigue en el seno del Gobierno; pero lo que se ha descartado por completo es tumbarla”, apuntan fuentes próximas a Moncloa, que también señalan que, no hace demasiado tiempo, el escenario era muy diferente. “No muchos hubieran dado algo por la opa hace apenas unas semanas”.

El creciente poder de Calviño

Algunas cosas han cambiado desde entonces, entre ellas el equilibrio de poderes. La salida del Ejecutivo del exvicepresidente segundo Pablo Iglesias ha reforzado la posición de Calviño, que ha pasado a ocupar el puesto del líder de la formación morada por delante de Yolanda Díaz, titular de Trabajo.

Pese a los deseos, transformados casi en exigencias, de Iglesias, finalmente el relevo no se articuló con un simple quid pro quo. Consciente de que en los próximos meses la cuestión económica será fundamental para la supervivencia del Gobierno, Sánchez no escatimó a la hora de dar más poderes a Calviño, principal responsable de presentar y, sobre todo, “vender” las reformas exigidas por la Comisión Europea para que los ansiados fondos de recuperación comiencen a llegar.

El ejemplo de la Justicia

En este sentido, Calviño ha trasladado no sólo que Bruselas y algunos de los países miembros van a mirar con lupa el plan que presente el Gobierno, aprobado este martes en la última reunión del Consejo de Ministros, sino que, además, cualquier movimiento en falso o que llame la atención puede complicar los trámites.

Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno / EFE

Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno / EFE

Un precedente claro y muy cercano es el de la reforma del Poder Judicial, en la que Moncloa ha tenido que dar un paso atrás después de que la Comisión Europea advirtiera a Sánchez que los cambios que pretendía introducir, que limitaban el papel de los jueces en su órgano de gobierno, no eran bien vistos en el Ejecutivo comunitario.

Compromisos

Con un argumento similar, Calviño ha advertido de que un posible veto a la entrada de un inversor extranjero en una compañía española no sería la mejor carta de presentación con la que acompañar el plan de reformas que debe abrir la puerta a la llegada de las primeras partidas correspondientes al Presupuesto comunitario extraordinario que se aprobó en 2020.

De este modo, el Gobierno trabaja ahora en definir las condiciones que impondrá a IFM, algunas de las cuales se corresponden con los mensajes que el fondo ha hecho públicos desde que anunciara la oferta a finales del pasado es de enero. En ellos mostraba su compromiso de ser un inversor con vocación de permanencia y de respetar a estructura de la compañía.

La bolsa responde

En este sentido, la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dio este miércoles alguna pista al señalar que el Gobierno debe asegurarse que una eventual entrada de IFM en el capital de Naturgy se produciría con garantías de que no se produzcan situaciones “no convenientes para la economía y el sector energético español”.

Mientras, la cotización de la empresa que preside Francisco Reynés se elevó este miércoles un 1,8%, hasta 21,4 euros, un 4,3% por debajo del precio contemplado en la oferta de IFM, cuando esta distancia se situaba hace poco más de dos semanas en el entorno del 10%. Los inversores también aplaudieron los resultados trimestrales presentados antes del inicio de la sesión, que batieron las previsiones del mercado.