Imagen de archivo del andén de la estación de plaza de España del Metro de Barcelona / EP

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Business

El congreso del móvil, moneda de cambio entre los sindicatos del metro y Colau

El Ayuntamiento de Barcelona se resiste a retirar seis expedientes sancionadores a los trabajadores, el último escollo para retomar la negociación

23 diciembre, 2016 00:00

El conflicto laboral que se vive en el Metro de Barcelona desde hace más de un año ha puesto de nuevo el foco en el congreso del móvil de la ciudad, el Mobile World Congress (MWC), un encuentro sectorial que en la edición de 2016 regó con 460 millones de euros la economía de la urbe. La feria se usa de moneda de cambio tanto por parte del ayuntamiento gobernado por Ada Colau como por los sindicatos con representación en el suburbano para defender sus intereses.

La guerra está abierta entre el consistorio y los representantes de los trabajadores e incluso entre las propias sensibilidades del comité. La negociación sobre el convenio colectivo que se arrastra desde hace más de un año está encallada y las partes desde hace semanas ni se sientan a negociar. El escollo: seis expedientes sancionadores.

Silencio de TMB

La asamblea del metro planteó esta medida como única condición para retomar el diálogo. Nació de CCOO, en minoría en el comité, pero fue refrendada por la mayoría de los trabajadores del suburbano en la asamblea de finales de noviembre. La respuesta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la empresa pública responsable de la gestión del servicio, ha sido el silencio.

Para desbloquear la situación, UGT y CCOO plantearon un encuentro el pasado 13 de diciembre con el consejero delegado de esta sociedad, Enric Cañas, y con el asesor de la concejal de Movilidad del consistorio de Barcelona, Mercedes Vidal, David Prieto. Fuentes de estas organizaciones aseguran que el encuentro fue tenso y que no consiguieron su objetivo, que el ayuntamiento hiciera un gesto a favor del diálogo laboral y retirase las sanciones.

Nuevo golpe a las relaciones laborales

Como respuesta solo obtuvieron un nuevo varapalo a las relaciones sindicales del metro, indican los mismos interlocutores. Plantearon el encuentro a tres bandas de forma discreta como una medida más de un conflicto laboral tan complejo como el que se vive en el suburbano catalán. Todos los presentes eran consientes de ello, según las mismas fuentes, pero la reunión se filtró desde TMB y provocó un nuevo incendio en el comité de empresa.

La principal consecuencia de ello ha sido que se desconvocó la asamblea prevista para ayer. El ayuntamiento gana tiempo porque no se puede plantear la huelga por la cabalgata de Reyes que algunas voces del comité pedían sin que los 3.500 trabajadores voten. Pero la moneda de cambio actual es el MWC y por el momento no se negocia nada para evitar un nuevo conflicto. Todo ello, en un contexto en el que GSMA ha avisado de que habrá consecuencias si se paraliza por segundo año consecutivo el transporte público en el congreso.

CGT ostenta la mayoría del comité de empresa seguido de UGT, CCOO, Colectivo del Personal de Trenes (CPTC), Sindicato Unitario (SU) y el Colectivo Independiente de Metro (CIM).