Aleix Valls, director de la fundación de la Mobile World Capital de Barcelona, en la presentación del estudio / CG

Aleix Valls, director de la fundación de la Mobile World Capital de Barcelona, en la presentación del estudio / CG

Business

Los impulsores de la MWCB cargan contra la burocracia de la regulación española

Argumentan que no se saca el máximo partido a la captación y retención de talento por la rigidez en la creación de empleo y la normativa laboral

11 enero, 2017 17:02

Aleix Valls, director de la fundación que rige la Mobile World Capital de Barcelona (MWCB), ha cargado este martes contra las carencias de la legislación española en impulsar la creación y consolidación del ecosistema de start ups, un sector que movió 42.300 millones de euros en 2016 y supone el 5,2% del PIB nacional. “La ley del emprendedor ha tenido un impacto muy limitado, se necesita un entorno fiscal más favorable”, ha indicado este martes en la presentación de la segunda edición del informe Start up Ecosystem Overview.

Su petición se extiende tanto a facilitar los trámites para la creación de nuevas compañías como para “la retención del talento de un equipo”, una cuestión de normativa laboral. Impacta en la solidez de un proyecto poder disponer de las herramientas necesarias para impedir la movilidad de desarrolladores o diseñadores por una cuestión económica difícil de atender por el perfil de estas compañías. “Necesitamos paquetes retributivos para ser competitivos”, ha reclamado.

Destino elegido por el 14% de emprendedores

Por ahora, el trabajo en este sentido ha sido destacado. España es el cuarto mercado europeo en captación de talento tecnológico, el destino elegido por el 14% de los emprendedores; mientras que exporta otro 7%. “Señal de que los proyectos y los equipos de aquí son interesantes”, ha añadido el directivo. Le superan Reino Unido, Alemania, Francia y Holanda.

Estos territorios son donde se concentran ahora los principales hubs tecnológicos del continente. Valls indica que el sector vive un momento clave para acabar de definirse. Las start ups se concentran en unas 60 ciudades de toda la Unión Europea y los responsables de la MWCB estiman que a medio plazo habrá una criba en el que destacarán cuatro o cinco municipios. “Se repartirá juego a partir de la especialización y verticalización”, ha manifestado el director de la fundación.

Oportunidad derivada del ‘Brexit’

Barcelona y Madrid ocupan ahora la quinta y sexta plaza, respectivamente, del ranking. La ciudad condal concentra el 28,4% del total de start ups del país y la capital le sigue de cerca con otro 27,1%. Le superan Londres, Berlín, París y Amsterdam con un sector más maduro en el que se esperan cambios derivados del Brexit que redefinirán el panorama.

Si el Reino Unido aplica una separación dura de la UE en los términos anunciados hasta la fecha, con mayor restricción a la inmigración, impactará en el talento emprendedor. La mayoría del sector londinense es extranjero y las dudas sobre el mercado laboral resultante del divorcio son destacadas. El resto de territorios abren los brazos para intentar captar a los proyectos y expertos que podrían salir del país llegado el momento.

Estado, autonomías y gobiernos locales

España cuenta con los ingredientes necesarios para poder jugar un papel relevante en esta redistribución, pero la burocracia regulatoria es una losa. La fundación de la MWCB ejerce de correa transmisora de las peticiones de los agentes del sector por la estrecha colaboración que mantiene con las administraciones, representadas en el patronato. Así lo ha destacado el director ejecutivo del 4YFN, Esteban Redolfi, la plataforma de negocio de start ups unida al congreso del móvil.

Conseguir una normativa más favorable a este tipo de inversiones es un trabajo pendiente de abordar desde el Estado, las autonomías y los gobiernos locales de las dos ciudades que ejercen de hub tecnológico de España.