Ana Botín el pasado 7 de junio, cuando anunció la compra de Banco Popular por parte del Santander / EFE

Ana Botín el pasado 7 de junio, cuando anunció la compra de Banco Popular por parte del Santander / EFE

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Moody’s bendice que el Santander vendiera a Blackstone el ‘ladrillo’ del Popular

La agencia afirma que desprenderse del 51% de la cartera inmobiliaria de la entidad desaparecida mejora su solvencia

14 agosto, 2017 12:08

Moody’s ha bendecido este lunes la venta de Banco Santander al fondo Blackstone del 51% de la cartera inmobiliaria del Popular. Asegura que la operación refuerza la solvencia de la entidad presidida por Ana Botín y permite “avanzar de forma significativa el plan para reducir de forma agresiva la exposición del Popular a activos problemáticos y mejorará materialmente sus parámetros de calidad de activos”.

La agencia de calificación considera el acuerdo como un “paso significativo” para que pueda cumplir incluso antes de los plazos previstos sus objetivos para integrar la entidad quebrada. Entre ellos, la reducción a la mitad de los préstamos problemáticos a finales de 2018.

Mejora en el capital base

En cuanto al detalle de la operación, indica que no afectará al beneficio de la entidad cántabra. Incrementará en 12 puntos básicos la ratio de capital base Tier 1, la medida central para valorar la fortaleza financiera de un banco desde el punto de vista del regulador.

“La desconsolidación de estos activos mejorará materialmente los parámetros de calidad de los activos de Banco Santander que se habían deteriorado con la adquisición”, sentencia Moody’s.

Operación anunciada hace una semana

El Santander anunció el martes pasado la venta del 51% de la cartera de inmuebles adjudicados, créditos dudosos procedentes del sector inmobiliario y otros activos relacionados con esta actividad del Popular al fondo Blackstone.

Se creará una sociedad en la que el banco desaparecido traspasará activos con un valor bruto contable agregado de 30.000 millones de euros y el 100% del capital de Aliseda, compañía que volvió a ser propiedad del Popular a finales de junio. La operación propició tanto alabanzas como críticas, especialmente por parte de los accionistas que perdieron su inversión con la resolución de la entidad. Presionan para recuperar parte del valor de los títulos.