Un trabajador de la hostelería y los restaurantes, uno de los sectores más afectados en el empleo por la crisis / EP

Un trabajador de la hostelería y los restaurantes, uno de los sectores más afectados en el empleo por la crisis / EP

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El mercado laboral tardará aún seis años en recuperar el empleo de 2007

Un informe de Manpower confirma la efectividad de los ERTE, mientras atrasa la vuelta a los niveles previos a la crisis financiera por el Covid-19

10 diciembre, 2020 13:40

Los niveles de empleo previos a la crisis financiera de 2007 no se recuperarán hasta 2026 por la contracción generada en el mercado laboral por la crisis del coronavirus. Así lo ha estimado este jueves la firma de recursos humanos Manpower Group, que ha confirmado que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se han mostrado como una herramienta útil para frenar la destrucción del tejido productivo.

En su informe de coyuntura sobre el impacto de la pandemia, la compañía ha medido el golpe de la segunda ola en la economía y se ha adentrado en las previsiones para los próximos años. Así las cosas, el estudio se basa en las estimaciones de diferentes organismos como la Comisión Europea, el Banco de España o el FMI y determina que si la recuperación del empleo se sitúa a un ritmo del 2% entre 2023 y 2025, no será hasta 2026 cuando cuando se recuperen los niveles a la depresión de 2007.

700.000 empleos destruidos

El documento detalla que desde finales de 2019 hasta la fecha han sido 700.000 empleos los que se han destruido. Con todo, reconoce que que el balance podría haber resultado más abultado de no haberse activado los ERTE, aunque deja claro que la pérdida de puestos de trabajo provocada por el coronavirus “es más acusada que en cualquiera de las crisis anteriores”.

La compañía de recursos humanos también apunta a las pymes como las empresas más afectadas por la crisis. Este segmento ha perdido 270.000 afiliados desde febrero, mes en el que aportaban el 31,4% del empleo total. Por sectores, las más afectadas han sido las dedicadas a la hostelería, que ha sido el ramo más golpeado por las restricciones, seguidas de las actividades artísticas y recreativas y de la educación.

Con todo, si se tiene en cuenta solo la evolución de la segunda ola, se aprecia cómo las actividades artísticas y recreativas han logrado recuperar parte del terreno, mientras que la hostelería sigue en declive en cuanto a pérdida de afiliados. También la construcción y el comercio han acusado la situación, aunque con reducciones más contenidas.