El mercado anticipa que la luz volverá a los precios previos al estallido de la guerra

De esta forma, el mercado sigue descontando un escenario de costes de la electricidad extraordinariamente elevados para lo que resta de 2022, holgadamente por encima de la cota de 200 euros por megawatio/hora (MW/h).

Limitar precios del gas

Igualmente, el mercado mayorista de la electricidad anticipa de nuevo un escenario fuertemente inflacionista al menos hasta 2024, como antes de que el clima prebélico desembocara en la guerra que Europa vive desde finales del pasado mes de febrero.

La diferencia es que ahora los operadores son conscientes de que el Gobierno prepara mecanismos para limitar los precios del gas natural empleado para la generación eléctrica, con el objetivo de que la elevada inflación experimentada por esta materia prima, como consecuencia de la guerra (entre otros factores), no tenga tanto impacto en los precios de la luz.

Un mes de decalaje

Tras lograr el acuerdo del Consejo Europeo para que éste considere como excepcional la actual situación de España y Portugal, por cuanto la Península Ibérica cuenta con menos interconexiones que el resto de sistemas, los gobiernos de ambos países ultiman un sistema para la limitación de precios que deberán presentar a la Comisión Europea para su validación.

Un trámite que aplazará al menos un mes la entrada en vigor de la medida, algo que también tiene su reflejo en el mercado de futuros. Para muestra, los contratos referenciados al mes de abril aún cotizan a precios notablemente por encima de los que se registraban poco antes del inicio de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso.

Volatilidad extrema

En la actualidad, el precio de estas cotizaciones se encuentra en el entorno de 252 Mw/h, cerca de un 20% más que hace cinco semanas.

“En los primeros días de la guerra, con las materias primas disparadas y la incertidumbre en todo lo alto, el precio de estos futuros llegó a aproximarse a los 500 euros, en ese sentido, la rebaja ha sido radical pero ha llegado como consecuencia de la reducción de las tensiones en los precios del gas y el petróleo y las noticias sobre que el fin de la guerra no tardará en llegar”, señalan desde un operador del mercado.

De picos históricos al mismo escenario

Cabe recordar que la misma tendencia se ha podido apreciar en los precios que cada día registra el mercado mayorista, es decir, los que podrían denominarse “al contado”. Al inicio de la invasión, en los primeros días de marzo, volvieron a marcar máximos históricos (con medias por encima de los 440 euros y subidas en términos absolutos de más de 100 euros en apenas 24 horas) e incluso llegaron a marcar picos de 700 euros por MW/h.

La vuelta de las aguas al cauce por el que discurrían poco antes de la ruptura de las hostilidades en la frontera ruso-ucraniana llegó antes de que el mercado supiera del plan de Moncloa para tratar de minorar el efecto inflacionista en el recibo, para el que, además, se barajaron varias alternativas en las últimas semanas.

Evolución habitual

A partir de mayo sí se aprecia un cierto descenso en los precios de los futuros, aunque en la misma proporción y con la misma tendencia que se observaba antes del comienzo de los bombardeos.

“Es una evolución lógica dado que la llegada del buen tiempo habitualmente reduce el consumo de electricidad y esto deriva en menores precios. En un año convencional, es en esta época cuando se registran los precios más reducidos”, apuntan las fuentes. 

Más allá de 2024

Las referencias de los próximos meses muestran ese descenso, en efecto ya reflejado antes de la guerra, pero que no impide que el precio del MW/h baje de la cota de 200 euros. 

Hasta bien entrado 2023, los mercados no muestran una considerable moderación de los costes, lo que no significa que el regreso a los números a los que los consumidores estaban habituados hasta la primera mitad de 2021. Para ese momento, aun habrá que echar mano de la paciencia y mirar más allá del horizonte de 2024.