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Los hoteleros de Magaluf invierten 37M€ para salir del ‘turismo de borrachera’

El sector prepara una temporada en la que se refuerzan las medidas de seguridad y convivencia y buscan un público “sano, familiar y de calidad”

25 mayo, 2016 00:00

Seguridad, reformas y reposicionamiento de los establecimientos turísticos. Todo ello en lo que espera ser un verano "excepcional". Es lo que auguran los hoteleros de Magaluf, en Mallorca, que han anunciado sus previsiones de cara a esta temporada alta con vistas a dejar atrás la imagen de un destino marcado por los excesos, las excursiones etílicas y los escándalos sexuales. 

La intención que persiguen es poner a Magaluf "más de moda que nunca". Pretenden que se mantenga como destino joven y divertido, pero también "sano, familiar y de calidad", en palabras del presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf, Sebastián Darder. De hecho, señaló que se espera un 6,82% más de ocupación que en 2015 y tarifas de entre un 3% y un 9% más altas.

37 millones en reformas 

Serán cifras record a las que se sumarán además las remodelaciones llevadas a cabo en hasta 18 establecimientos, lo que ha supuesto una inversión de más de 37 millones de euros. El refuerzo de las medidas de seguridad y convivencia y la búsqueda de la consolidación en la nueva segmentación de clientes harán el resto. 

Los números son, por tanto, optimistas. La zona espera acoger un total de 420.000 clientes en la actual temporada alta, que va desde mayo a octubre, lo que representa un incremento de 60.300 usuarios en relación con el verano anterior. El contraste es aún mayor respecto a 2014, con una subida global del 16,5 por ciento frente a ese año.

Mercado británico al alza 

En cuanto a nacionalidades, el 52% de los visitantes serán británicos (mercado que, por tanto, se verá incrementado en un 19%), el 11% escandinavos, el 8% españoles, el 5% italianos y la misma cifra de rusos. 

Los hoteleros destacan además la oferta del destino: un total de 86 establecimientos turísticos con cerca de 29.000 plazas, más de un 50% de las cuales tienen cuatro estrellas. 

Nuevos espacios de ocio familiar y deportivo

En lo que a la oferta complementaria se refiere, la zona, añaden, ha vivido "una auténtica transformación hacia una mayor calidad", con nuevos espacios de ocio familiar y deportivo así como diez modernos beach clubs que, junto a bares, restaurantes y locales de música, complementan la presencia de los hoteles cercanos a la playa y han dado "un nuevo estilo de calidad y sostenibilidad a la milla de oro de la costa suroeste de Mallorca".

Es más, la progresión de los beach clubs contrasta "muy positivamente", según los hoteleros, con la disminución en la facturación en los locales nocturnos especializados en la venta de alcohol barato y una significativa reducción de las llamadas excursiones etílicas o pub crawling.

Futuro hotel del Grupo Meliá

No son las únicas novedades que proyecta el destino. Tal y como ha puesto de manifiesto la Asociación Hotelera, ya está operativo un nuevo centro comercial, denominado La Vila, al que se incorporará otra área comercial de 4.500 metros cuadrados en torno al futuro hotel que el Grupo Meliá construye en la segunda línea de mar de Magaluf.

Los hoteleros confían así en el reposicionamiento de este núcleo turístico de Calvià "en una escala superior", de forma que el destino "atraiga a una mayor diversidad de públicos y segmentos de demanda, con una mayor capacidad económica, y un estilo de vida y nivel de exigencia acordes con esta nueva oferta de calidad".