Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña, durante la presentación de los datos / CG

Patrici Tixis, presidente del Gremio de Editores de Cataluña, durante la presentación de los datos / CG

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El libro en Cataluña cerrará con crecimiento de ventas por quinto año consecutivo

El sector editorial reclama un pacto de Estado para el fomento de la lectura y la protección de la propiedad intelectual

10 diciembre, 2018 13:29

La venta de libros en Cataluña continúa la senda ascendente de forma pausada pero estable. El Gremio de Editores de Cataluña espera que 2018 cierre con un crecimiento del 2% con respecto al ejercicio del año pasado, con la campaña de Navidad como “impulso definitivo” a este crecimiento. Si las estimaciones de la institución son correctas, 2018 sería el quinto año consecutivo en el que el sector editorial cerraría con subidas de ventas.

El presidente del gremio editorial catalán, Patrici Trixis, ha señalado durante la presentación de los datos que el crecimiento interanual de ventas en el mes de octubre (último mes computado) ha sido de un 4%. El año pasado, la facturación en este sector se vio lastrada alrededor de un 10% en los meses de octubre y noviembre debido a la inestabilidad política derivada del procés.

El libro en papel sigue ‘vivo’, aunque amenazado

Desde la institución gremial han apuntado que el libro impreso sigue siendo el que “tira” de la actividad editorial a pesar de las voces que, “desde hace años”, hablan de su desaparición. Del total de ventas de contenidos editoriales de interés general (es decir, excluyendo los libros de texto), únicamente el 5% son libros digitales, lo que constata la “buena salud” del libro en papel.

Sin embargo, Tixis ha apuntado que la piratería sigue siendo una “gran amenaza” para los contenidos editoriales a pesar de las restricciones legales de protección de la propiedad intelectual. Las cifras que ofrece lo demuestran: se producen cerca de 420 millones de descargas de libros cada año y el incremento de la piratería editorial en 2017 fue del 12%. Las pérdidas del sector por esta causa se estiman en 200 millones de euros, el 10% de su facturación total.

Consumo de lectura y de pantallas

Otro de los problemas que señalan desde el Gremio de Editores catalán es la competencia creciente por el tiempo de ocio. El presidente de la patronal sectorial ha explicado que, a nivel español, cada persona dedica de media 23 minutos diarios al día, mientras que el consumo de pantallas asciende a las tres horas. Por ello, “pedimos planes que fomenten la proximidad con la lectura”, ha declarado su presidente.

El crecimiento del consumo de plataformas de contenidos audiovisuales, como Netflix y Youtube entre otras, ha impactado de forma contundente en el consumo de libros, apunta Patrici Tixis. Sin embargo, ha asegurado que este medio también puede ser una oportunidad para el sector editorial ya que existe una retroalimentación entre ambas partes. Ha declarado que alrededor del 45% de las historias que se consumen a través de estas plataformas tienen su origen en libros y, por otra parte, el consumo de textos impresos relacionados con influencers y youtubers ha aumentado entre la población infantil y juvenil.

Falta compromiso político

Ante ese panorama, el Gremio de Editores de Cataluña reclama que los dirigentes políticos asuman su responsabilidad y lleven a cabo las políticas que ya han sido aprobadas --pero no ralizadas-- en favor del libro y del fomento de la lectura. Una de estas medidas sería, por ejemplo, la reducción del IVA en los libros digitales, que aún se encuentra en el 21%. También ha apuntado que el sector editorial catalán, pese a representar el 60% de las industrias culturales, solo recibe un 10% del conjunto de las subvenciones de la Consejería de Cultura de la Generalitat.

Tixis se ha quejado de que “hay más gesticulación política que acciones de gobierno” y asegura que la defensa del libro debería estar “por encima de las decisiones políticas diarias”. Ha asegurado que desde el gremio tiene una interlocución “fluida” con la administración pero sus acuerdos “no se traducen” en realidades. Ha puesto como ejemplo el plan 2020 aprobado por el Govern de la Generalitat pero que “por las causas que sean” no se está aplicando. Por ello piden un pacto de estado para el fomento de la lectura y la protección de la propiedad intelectual. Una medida que piden desde hace años y que aún no ha sido escuchada.