La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde / EP

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde / EP

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Lagarde encarece a España la financiación de la deuda: el bono se acerca al 1%

La posibilidad de subir los tipos de interés en la zona euro en 2022 abierta por el BCE dispara la rentabilidad del bono a largo plazo y eleva la prima de riesgo a máximos de más de dos años

4 febrero, 2022 00:00

El año 2022 no será tan plácido para la abultada deuda española como se preveía. El mensaje lanzado este jueves por el Banco Central Europeo, en el que deja la puerta abierta a empezar a subir los tipos de interés en la zona euro para contener la inflación, provocará un incremento del coste de financiación en las cuantiosas emisiones que el Tesoro aún tendrá que llevar a cabo.

La primera señal se ha producido en el mercado secundario de deuda, en el que las palabras de la presidenta el banco emisor, Christine Lagarde, tras la reunión del consejo de gobierno de febrero, causaron una auténtica estampida de los inversores que se tradujo en una automática subida de las rentabilidades.

La prima, en máximos de dos años

Sin ir más lejos, la del bono español a 10 años se situaba a media tarde cerca del 0,95%, su cota más elevada desde la primavera de 2019.

Como consecuencia de estos movimientos también se elevó de forma notable la prima de riesgo, el diferencial de rendimiento con el bono alemán (que sirve como referencia en el Viejo Continente), que alcanzó los 80 puntos básicos por vez primera en los últimos dos años.

Presión inflacionista

Los mercados habían empezado a anticipar movimientos en el BCE, pese a los reiterados mensajes por parte del emisor de que no variaría el precio oficial del dinero en la zona euro pese a la espiral alcista en la que se ha visto envuelta la inflación, especialmente como consecuencia del comportamiento de los precios de la energía.

Sin ir más lejos, el citado bono alemán ya registró durante las pasadas sesiones sus primeras rentabilidades positivas de los últimos tres años, como consecuencia de que las compras de deuda soberana por parte del BCE ya van en descenso, como ha admitido el propio organismo.

Fin de los estímulos

El programa de compra de bonos finaliza el próximo mes de marzo, sin que haya planes anunciados de prorrogarlo. Al contrario, será precisamente entonces cuando el BCE se plantee si adopta algún tipo de medidas ante el hecho de que el control de los precios se le pueda ir aun más de las manos.

En este escenario, los países con un mayor endeudamiento se ven en una situación algo más delicada, dado que sus próximas emisiones deberán incluir un cupón más elevado en línea con el mercado y, además, para atraer a los inversores dado que ya no contarán con la seguridad de tener un comprador como el BCE.

Italia y España, señalados

Además del caso español llama la atención el italiano, cuya prima de riesgo se fue en al tarde de ayer por encima de 150 puntos básicos.

Cabe recordar que en pleno programa de estímulos del BCE, a finales de 2020, el bono español llegó a registrar rentabilidades negativas en el secundario, por primera vez en la historia. Lo mismo sucedió con el portugués, que desde el inicio de la pandemia se ha mantenido con una rentabilidad inferior al español.

En la actualidad, la deuda pública en España se sitúa en torno al 122% del Producto Interior Bruto (PIB), en máximos históricos tanto en términos relativos como absolutos. Como consecuencia de la crisis del coronavirus, el Tesoro ha emitido cerca de 300.000 millones de deuda con el fin de financiar las medidas puestas en marcha para paliar los efectos de la mayor recesión registrada desde la Guerra Civil.