Imagen de un hotel de Alegría Hotels, la cadena de Joan Pascual en Cataluña / Cedida

Imagen de un hotel de Alegría Hotels, la cadena de Joan Pascual en Cataluña / Cedida

Business

Los dos exsocios que pugnan por el 'sol y playa' catalán

Joan Pascual y Pep Cañellas, que rompieron por diferencias de proyecto, abren una batalla para quedarse con el sector vacacional en Cataluña

1 marzo, 2022 00:00

Batalla abierta en el sol y playa catalán. Joan Pascual y Pep Cañellas han abierto la pugna por el sector vacacional regional, el que más mala fama atesora por su aportación menor a los destinos en materia de gasto, pero que aún es muy importante en las costas Brava y Dorada, en las zonas de influencia de Girona y Tarragona. 

Alertan de ello fuentes del sector. Relatan que Pascual (Alegría Hotels) y Pep Cañellas (Fergus Hotels) están en franca disputa por los visitantes del sol y playa tras la llegada de la hotelera mallorquina Fergus al terreno de la primera, Alegría, una firma catalana. 

"Desafío en su propia casa"

Ambos empresarios compartían proyecto en Fergus hasta 2017, cuando la hotelera mallorquina se rompió en dos. Pascual, histórico del sector, se quedó con los establecimientos en la península, mientras que Cañellas se hizo con el portafolio balear, cada uno con su marca. 

Los dos directivos venían del macroturoperador Natalie Tours (NT Incoming), que después se integró en World to Meet (W2M) y ésta, después, en Iberostar como división de viajes. "Eran los reyes de la turoperación. Crearon una agencia receptiva que gestionaba unos 300.000 turistas del Este de Europa al año. Pero rompieron", explican desde su entorno. 

Llegan a Lloret

Eso es historia. Ahora, no obstante, Fergus ha desembarcado en Lloret de Mar (Girona) con un acuerdo para gestionar el hotel Don Juan, el mayor del destino gerundense de playa, con 819 habitaciones. La firma entró en la localidad en enero y anunció que gestionará el establecimiento hasta el próximo año, cuando lo comenzará a operar como Fergus Don Juan Resort

Imagen de Lloret de Mar

Imagen de Lloret de Mar

La operación, que pasaría desapercibida en la rotación en los portafolios hoteleros con el Covid, se debe leer bien entre líneas. "Se trata de una operación que reabre una guerra entre antiguos socios. Y, además, la batalla por el turista de sol y playa tiene lugar en Lloret, donde se sitúa el cuartel general de Alegría. Es un desafío en toda regla". 

"Rompieron por principios"

¿Qué estrategia tienen una y otra compañía? Preguntados por esta cuestión, Alegría y Fergus Hoteles no han aclarado a Crónica Global qué senda seguirán. Otras fuentes del sector sí lo han hecho. Recuerdan que las dos firmas apuntan al mismo segmento: el turista británico, europeo y del Este, pero que lo harán con las ópticas distintas de sus dueños. 

"Pascual se ha caracterizado siempre por trabajar a volumen de turistas, presionando a la baja el precio por cama. Cañellas, por su parte, ha querido introducir siempre un factor de mayor calidad", detallan las voces consultadas. La diferencia en la estrategia, de hecho, se volvió tan insoportable que fue lo que produjo la ruptura entre los dos socios en 2017. Ahora, cinco años después, los directivos se vuelven a encontrar. 

Momento delicado

La pugna empresarial llega en un momento complicado. El turismo de sol y playa espera un impacto de dimensiones aún desconocidas por el cierre del mercado ruso, que se espera que quede prácticamente a cero por la clausura del espacio aéreo entre la mayoría de países europeos y Rusia, otra de las sanciones al Gobierno de Vladimir Putin por la guerra de Ucrania. 

La nueva crisis de la industria de costa catalana llega tras otro golpe: el del coronavirus, que se cebó con los hoteles del litoral mucho más que con los urbanos. De hecho, se apunta a que los daños económicos de la desaparición de turistas ha propicia algunas de las operaciones en este sector, como la reciente refinanciación de la cadena catalana HTOP, presentada como un movimiento para crecer. La realidad es que las cadenas locales están ahogadas tras dos años con la facturación por los suelos. En plena recuperación, llega otra crisis, la derivada de la guerra en el Este.