Jaume Guardiola, antiguo consejero delegado del Banco Sabadell / EUROPA PRESS

Jaume Guardiola, antiguo consejero delegado del Banco Sabadell / EUROPA PRESS

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Jaume Guardiola, el ejecutivo que anunció que se marchaba a ejercer de abuelo y lo cumplió

El consejero delegado del Banco Sabadell deja paso a César González-Bueno tras la frustrada fusión con el BBVA

17 diciembre, 2020 00:00

Un nieto. A la que tuviera el nieto que esperaba, Jaume Guardiola dejaría su responsabilidad en Banco Sabadell, a pesar de que sólo tiene 63 años y acumula una enorme experiencia como ejecutivo financiero. Pero las circunstancias se han acumulado y ha llegado el momento, después de que la entidad que preside Josep Oliu tuviera claro su sustituto: César González-Bueno, consejero de TSB, el banco británico adquirido en 2015 y que ha sido la fuente principal de los problemas de la entidad española.

Guardiola (Barcelona, 1957) había comunicado sus intenciones hace un año. Pero llegó la fusión con el BBVA, su antigua casa, y la entidad trató de llegar a un acuerdo que ha resultado imposible. Tras esa operación frustrada, con el ánimo de reiniciar un camino en solitario, que pasa por la venta de TSB y por la salida también de México, donde tiene licencia para operar como institución de banca múltiple, el tándem Oliu-Guardiola ha entendido que es el momento para la salida del ejecutivo.

 

 

Cambios en la dirección del Banco Sabadell / CG

Guardiola, que siempre busca destensar el ambiente y que motiva a sus equipos con el mensaje de que ellos son los expertos en cada área, llegó al Sabadell en 2007, justo en el inicio de la crisis financiera. Se responsabilizó del puesto de consejero delegado, que es el que había dejado Juan María Nin para fichar por La Caixa. El ejecutivo aterrizó procedente del BBVA, donde había desarrollado toda su carrera profesional. Tras capear con éxito la etapa más convulsa de la historia reciente del sector financiero español, Guardiola insistía en que los dirigentes políticos habían animado a la ciudadanía a ir en contra de los bancos, cuando los propios accionistas habían sido de los más perjudicados. En distintos foros, el número dos del Sabadell sostenía que esa circunstancia también se debía tener en cuenta, consciente de que las entidades no pueden olvidar la generación de valor.

Socio del Barça, el equipo de siempre, al que se aficionó gracias a su padre, Guardiola veranea en la Costa Brava, a pesar de sus escapadas de hace unos años a parajes muy distantes, inquieto y amante de la naturaleza. Con la idea de que el Sabadell tiene un valor incalculable como servidor especializado de las medianas y grandes empresas, ha decidido dar el paso en el momento en el que Oliu, precisamente, quiere volver a ser esa gran referencia en el mercado doméstico español. La intención es seguir en solitario, a pesar de las indicaciones del Banco Central Europeo, que anima los procesos de fusión en toda Europa para lograr entidades más fuertes ante lo que se avecina: un negocio, debido a los tipos de interés en negativo, cada vez más difícil y con el peligro de que el parón económico por la pandemia del Covid se transforme en una crisis de solvencia para las entidades, como ha advertido el gobernardor del Banco de España.

'Inside Job' y 'Margin Call', en su cabeza

Con algunos problemas de salud ya superados, Guardiola explicaba en su entorno sus deseos de dejar la entidad, sin que hubiera en sus planes el deseo de sustituir a Oliu en la presidencia del Sabadell, según las fuentes consultadas. No le ha movido en todos estos años “la ambición”, se señala. Su forma de coordinar a sus equipos ha contrastado con las formas más autoritarias de Oliu, pero el tándem ha funcionado a lo largo de todos estos años.

En su cabeza Jaume Guardiola tiene dos películas que, a su juicio, han sido las mejores para definir lo que ocurrió en la crisis financiera de 2008. Se trata del documental Inside Job y de la película Margin Call, repleta ésta de estrellas del cine como Jeremy Irons. La elección de esas dos obras deja constancia de que Guardiola asumió que el sistema financiero había jugado con un riesgo excesivo, y que todo el conjunto de la sociedad iba a pagar por largo tiempo esa crisis. En las dos obras se explica sin titubeos que los directivos financieros jugaron con fuego con la creación de productos como las subprime, hasta que la burbuja inmobiliaria explotó.

¿Un hombre del BBVA?

En su salida, sin embargo, tras los problemas que ha sido superando el Sabadell, se entiende que ha sido determinante también, según fuentes consultadas, su paso por el BBVA. En un momento en el que las dos entidades han estado a punto de una fusión, y al verse frustrada por la negativa de la entidad que preside Carlos Torres a asumir el precio que defendía Josep Oliu, la apuesta por seguir en solitario debía pasar por nuevos gestores.

Guardiola, en todo caso, ha querido mantener, al margen de su cargo en el Sabadell, aunque representando también a la entidad, una influencia clara en la sociedad civil catalana. Bien valorado en Foment del Treball, del que elogian su trato y la forma de encarar cualquier problema financiero o económico, Guardiola ha formado parte también de las juntas del Círculo de Economía, con un criterio propio y con la voluntad de establecer acuerdos de “carácter transversal”. Alejado del debate político en torno al proceso independentista, --con la idea de que era cosa de los dirigentes políticos--, Guardiola se mantiene en el lobby empresarial, aunque, --debido a la intensidad de esas negociaciones en los últimos meses con el BBVA-- no había participado en las tres últimas reuniones de la junta, que preside Javier Faus.