El ejecutivo y financiero Jaime Carvajal y Hoyos / CdECONOMIA

El ejecutivo y financiero Jaime Carvajal y Hoyos / CdECONOMIA

Business

Jaime Carvajal: entre el Banco Mundial y el 'private equity'

El economista vivió una de las etapas más interesantes de esta entidad en Washington para aterrizar después en Barcelona y establecer conexiones con la burguesía catalana

4 septiembre, 2020 00:00

El recuento de Jaime Carvajal es el de un ejecutivo de 56 años, con raíces familiares en el mundo de la energía, los motores y las finanzas, que de joven perteneció a la alta dirección renovadora del Banco Mundial (BM). Su aprendizaje de lo público se produjo en la segunda mitad de los 90, cuando la entidad con sede en Washington, estaba presidida por el liberal James Wolfensohn, al frente de un equipo con el Nobel Joseph Stiglitz, que desempeñó el cargo de economista jefe. Carvajal, banquero de profesión y consejero delegado de la gestora Arcano, falleció el pasado miércoles; era hijo de Jaime Carvajal y Urquijo, expresidente del Banco Urquijo, marqués de Isasi y amigo de pupitre del rey emérito, Juan Carlos I, refugiado en Emiratos Árabes.

El equipo refulgente de Washington al que se incorporó Carvajal en 1997 ofreció, durante un breve lapso, un cierto parecido a la Fiscalía del Estado en tiempos de Bob Kennedy. El joven directivo español fue nombrado Lead Investment Manager dentro del equipo de inversiones del fondo de pensiones del BM. La troupe de Wolfensohn estuvo apadrinada por Bill Clinton, el expresidente demócrata de EEUU, en el mejor momento de su carrera, pero también en el punto en el que su instinto, cegado por el optimismo, resbaló con estrépito ante los mercados, cuando dijo que la economía “había dejado de ser cíclica para crecer indefinidamente”.

El banquero Jaime Carvajal y Hoyos / ARCANO

El banquero Jaime Carvajal y Hoyos / ARCANO

Ducha escocesa de economía liberal

El mundo estaba todavía lejos de desmentir a Clinton con la crisis subprime de 2008; casi todo era empuje. Carvajal, licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad de Princeton, había iniciado su trayectoria profesional precisamente en Lehman Brothers, el banco de inversión que protagonizó la caída de los dioses, en diciembre de 2007. Mucho antes de aquella gran quiebra, Carvajal fue ejecutivo en el área de Private Equity de la entidad desaparecida, una actividad retomada en sus últimos años como gestor de Arcano Partners, firma de la cual era socio y consejero delegado. .

En la etapa de Wolfenshon, Jaime Carvajal recibió una ducha escocesa de economía liberal americana, la modalidad anglosajona de la socialdemocracia europea suave. El BM dejó de perseguir obsesivamente el cobro de la deuda externa de los países desindustrializados para impulsar programas de recomposición financiera, medio ambiente y energía. La entidad creada en Bretton Woods, junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), en 1948, se erigió en defensora de la multilateralidad; las naciones de escasos recursos dejaron de negociar sus pasivos de rodillas ante el acreedor, mientras que los países industrializados aceptaron la dualidad de la economía expansiva. Se puso en marcha la gobernanza planetaria bajo un doble rasero: el BM sería el banco de los países en vías de desarrollo, mientras que su reverso, el Fondo Monetario Internacional (FMI), actuaría como el mecanismo crediticio atento a la calificación de las finanzas públicas de sus socios y árbitro de los hombres de negro, que imponen las equivalencias restrictivas, en tiempos magros.

Comprometido con la crisis territorial

El banco de los pobres era tenido en cuenta en la poderosa red institucional del planeta; el G20, la UE recién inaugurada y la misma OCDE dejaron de mirar de reojo a los directivos del BM y de transigir ante los del FMI. Pero cuando mejor se complementaban las dos vías del desarrollo mundial, la felicidad acabó; fue en 2001, con la llegada de George Bush a la Casa Blanca. El brillante futuro se volvió incierto, cuando los correligionarios del llamado Informe Meltzer (calificó a Wolfensohn de caritativo y deseconómico) se convirtieron en el nuevo equipo gestor. El BM tuvo que rendirse a la bilateralización de sus programas impuesta por el vicepresidente norteamericano, Richard Cheney, genuino rey de los neocon; poco después, el BM --articulado en Asía a través de la CFI; en América por el Banco Intermericano de Inversiones y en el Europa por el Banco Europeo de Inversiones (BEI)-- recibió humillado el desembarco del halcón Paul Wolfowitz, en su presidencia. Empujado por Washington, el BM comprometió cifras millonarias en la reconstrucción de Irak; levantó proyectos de desarrollo asumidos por el régimen de ocupación, en particular aquellos dedicados a la construcción de capacidades en el sector privado, un objetivo prioritario para la Administración Bush.

A su regreso a España, Jaime Carvajal Hoyos, utilizó la entrada de Barcelona; fichó como director en el Banco Sabadell Capital y más tarde ascendió a Director General del Sabadell Banca Privada. Ha sido un hombre interesado y comprometido con la solución de la crisis territorial desde plataformas de opinión reconocidas, como la junta directiva del Círculo de Economía o el consejo asesor del Grupo Godó. Perteneció la Fundación Princesa de Girona, a FIES y al patronato de Foro de Foros.