El excomisario José Manuel Villarejo / EFE

El excomisario José Manuel Villarejo / EFE

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Inteligencia económica para combatir daños reputacionales en empresas

El caso Villarejo con el BBVA evidencía que un fallo reputacional de estas características puede tener consecuencias inimaginables

24 febrero, 2019 16:09

El caso Villarejo ha causado gran daño en la imagen del BBVA, y las consecuencias de esa falla reputacional son imprevisibles. De hecho, el banco contrató al comisario para espiar a la competencia, algo que fue reconocido como "deplorable" por la misma entidad bancaria. El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada quiere evitar que esto vuelva a suceder, y es por eso que remarca el valor" imprescindible" de la inteligencia económica para las firmas frente a amenazas corporativas

Así lo ha remarcado su vicepresidente ejecutivo, Jesús Sánchez Lambá, que ha asegurado que las empresas deben encontrar a "los expertos adecuados para evitar el riesgo de daños reputacionales". Ahí entra la inteligencia económica, puesto que las compañías deben usarla para "la defensa de sus legítimos intereses". Por eso, esta se convierte en una herramienta básica para la competitividad y la supervivencia de las empresas. 

Utilidad

¿Y para qué más nos sirve la inteligencia económica? Para los pilares fundamentales de la gestión empresarial. Así, puedes encontrar nuevos mercados y la evaluación de potenciales socios, las fusiones y adquisiciones, los fraudes empresariales, las fugas de información, la detección de grupos hostiles o la defensa de las acciones de los competidores desleales, entre otras. Toda esta estrategia se sustenta en unas claves esenciales para el buen manejo de la inteligencia económica:

1. Método: Es importante escoger a un especialista con un método riguroso que identifique y organice los recursos, y los establezca en el marco de la seguridad para desarrollar el trabajo. 

2. Legitimidad: Tiene que haber una razón que justifique todo el proceso y permita la aceptación del encargo por parte de la empresa externa. 

3. Proporcionalidad: Se tiene que conseguir esa legitimidad sin sobrepasar los métodos de consecución de esos fines. Por eso, la balanza entre los métodos, equipos, presupuestos y los objetivos perseguidos debe estar equilibrada.

4. Discreción y ética: Guardar una rigurosa reserva sobre la información que conozcan por razón de su actividad y guiarse por los códigos deontológicos, el respeto a la ley y los Derechos Humanos. 

Poco disponible

El estudio arroja un gran problema: son pocas las empresas que pueden disponer de servicios propios de inteligencia corporativa, por lo que la tendencia es recurrir a los servicios de especialistas. Estas personas son expertos en acceder a información "no pública" a través de fuentes humanas. 

Entre los principales proveedores de servicios de inteligencia económica el Instituto destaca la firma española Intelligence Bureau Partners, así como Geos Group+Adit (Francia), Hakluyt (Reino Unido), Corporate Risk Watch (Italia), Triangular Group Intelligence (Holanda), Sandtone (Luxemburgo), Paladin Associates, Berlin Risk y Corma (Alemania).