Prisa cuenta con Andrés Varela como nuevo accionista / PRISA

Prisa cuenta con Andrés Varela como nuevo accionista / PRISA

Business

Inquietud en los nuevos socios de Prisa: su inversión se devalúa un tercio desde mayo

Los empresarios del sector audiovisual afines al Gobierno ven complicarse la financiación del paquete del 7% que compraron a Telefónica por más de 34 millones de euros

11 septiembre, 2022 00:00

Apenas cuatro meses después de su sorprendente aterrizaje en el capital de Prisa, la situación del grupo de empresarios del ámbito audiovisual que compraron la mayoría de la participación de Telefónica en el grupo editor dista de ser ideal. El errático comportamiento del título junto a la elevada prima que pagaron en su día han derivado en la depreciación de un tercio de la inversión en tiempo récord. 

Esta semana, los accionista de Prisa aprobaron en junta extraordinaria el nombramiento de Andrés Varela Entrecanales como miembro del consejo de administración de la compañía en representación de Global Alconaba, la sociedad instrumental que lidera y en la que participan algunos productores audiovisuales, afines al Gobierno de Pedro Sánchez, y que irrumpió a finales de mayo como socio significativo de la propietaria de El País y la cadena Ser.

Caída del 20%

La mercantil invirtió algo más de 34 millones de euros en adquirir a Telefónica acciones de Prisa equivalentes a poco más del 7% del capital, lo que reducía la participación de la operadora por debajo del 2%.

Aquel paquete de títulos está valorado a día de hoy por el mercado en apenas 22 millones debido al descenso que ha experimentado la acción en este periodo, muy próximo al 20%. 

El paso atrás de Vivendi

Sin embargo, el deterioro es aun mayor porque Global Alconaba no realizó la operación a precios de mercado sino que pagó una prima del 17% respecto a la cotización de Prisa en aquel momento; aunque la acción se movía por entonces en el entorno de los 57 céntimos de euro, la sociedad liderada por Varela Entrecanales cerró la operación en 68 céntimos por título. 

La maniobra se produjo apenas unas semanas después de que el gigante francés de los medios de comunicación Vivendi comunicara al mercado su renuncia a la solicitud que había cursado ante el Gobierno para poder alcanzar hasta un 29,9% del capital de Prisa

Coincidencia de estrategias

El grupo galo es accionista de la compañía que preside Joseph Oughourlian desde comienzos de 2021 con una participación muy próxima al 10%. Para superar este umbral es necesario recibir el visto bueno del Consejo de Ministros dado que Prisa es una empresa de referencia en un sector considerado por el Ejecutivo como estratégico.

Tras varios meses de espera, Vivendi desistió del permiso y el mercado interpretó el movimiento del grupo de productores como una maniobra para constituir un núcleo duro en la compañía que fuera condescendiente con la estrategia de Moncloa. 

Minusvalías

Sin embargo, el movimiento comienza a tomar tintes peligrosos desde el punto de vista financiero. Por el momento, la apuesta ha sido un éxito bajo el prisma de la gobernanza de Prisa, como se ha cristalizado en los últimos días con el nombramiento de Varela como consejero dominical.

Pero no está sucediendo lo mismo con las cuentas que, por ahora, no salen. Las elevadas minusvalías latentes que acumula la inversión y el deterioro de la participación añaden dificultades a una operación a crédito, como la que se llevó a cabo en su momento por parte de Global Alconaba.

Planes frustrados 

Incluso, algunos rumores apuntaban a la intención de la sociedad de elevar su presencia en el capital de Prisa, aprovechando la situación de otros accionistas que, como en su día Telefónica, pudieran estar en posición de salida, como sería el caso de Santander o de la propia Vivendi. 

En su caso, Global Alconaba no precisaría de autorización gubernamental al ser una sociedad de capital español. Pero sí volver a recurrir a la banca para financiar las compras, lo que se antoja algo más complicado, dado el resultado que arroja la inversión inicial.

Saneamiento

Además, una depreciación aun mayor de las acciones podría derivar en un escenario en el que los socios de la mercantil se vieran obligados a ampliar las garantías crediticias aportadas para poder ejecutar la compra inicial. 

Lo cierto es que los planes tampoco le están saliendo al primer socio de Prisa. Tras relevar en la presidencia a Javier Monzón, a finales de 2020, Oughourlian puso en marcha una estrategia destinada a sanear Prisa desde el punto de vista financiero, que incluyó un notable recorte de costes.

Lejos de recuperar la inversión 

El objetivo explícito del ejecutivo es ser capaz de recuperar la inversión cercana a los 300 millones que Amber ha ejecutado para controlar el cerca del 30% que posee de la editora cotizada.

Lo cierto es que, a precios actuales, el valor de mercado de esta participación ronda los 105 millones; los inversores no terminan de reconocer el esfuerzo de Prisa en poner orden en sus cuentas, lo que hace que cunda el nerviosismo entre sus socios.