Imagen de las minas de Iberpotash en Cataluña, situadas en las localidades de Súria y Sallent / CG

Imagen de las minas de Iberpotash en Cataluña, situadas en las localidades de Súria y Sallent / CG

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Iberpotash improvisa un proyecto renovable para la escombrera de Sallent

La multinacional solicita una reforma urbanística para instalar un parque solar en el enorme vertedero de potasa, pese a las dudas de trabajadores, ayuntamiento y expertos

9 octubre, 2021 00:00

Iberpotash tiene en marcha un nuevo proyecto para sacar provecho de su gigantesca escombrera de Sallent (Barcelona). La filial del grupo israelí ICL quiere cubrir parte del enorme vertedero salino con placas fotovoltaicas, pese al mandato judicial para restaurar en menos de 50 años la montaña del Cogulló. El proyecto ya ha recibido un primer varapalo de la Generalitat. Con todo, la multinacional ha iniciado los trámites para tratar de acomodar la iniciativa a través de una reforma urbanística.

La decisión ha generado incertidumbre tanto entre los trabajadores como en el ayuntamiento limítrofe. Además, fuentes conocedoras del caso señalan a Crónica Global que, si la compañía todavía debe aclarar cómo ejecutará la dilución de los restos de potasa, emprender esta tarea a la vez que se reutiliza el suelo inmovilizado parece una "operación complicada".

Primer fracaso

El alcalde de Sallent, Oriol Ribalta, indica a este medio que no cuenta con más información que la difundida en medios de comunicación. "La iniciativa corresponde a la empresa, que ya ha solicitado una modificación del plan director urbanístico (PDU) de la minería del Bages para que sea permitido", expone. A este hecho se suma que el plan de ordenación urbanística municipal (POUM) no permite instalaciones fotovoltaicas mayores de 0,5 hectáreas, como detalla el munícipe.

Iberpotash presentó en enero los primeros pliegos del proyecto, bautizado como Cogulló Solar Plant. Su propósito pasa por construir en la ladera sur, la cara que mira hacia Santpedor y Manresa, un parque solar de 12,5 hectáreas con capacidad para generar 30 megavatios. Sin embargo, la ponencia de energías renovables de la Generalitat --el órgano interdepartamental que debe dar luz verde a las instalaciones de energía verde-- echó atrás la operación por contravenir el uso previsto del tipo de suelo donde se acumulan los residuos.

Depósito del Cogulló de residuos de las minas de Iberpotash en Sallent, Barcelona / EP

Depósito del Cogulló de residuos de las minas de Iberpotash en Sallent, Barcelona / EP

Sallent pone condiciones

Según avanzó Regió7, la resolución del organismo dictaminó que los terrenos "de acuerdo con el PDU de la minería y el POUM de Sallent, este depósito se halla actualmente en la fase dos de reducción y restauración, donde los usos y actividades admitidos tienen como finalidad la retirada de los restos salinos".

El alcalde se muestra claro: "Estamos a favor siempre que se cumpla el plan de restauración ordenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y se hagan compensaciones al territorio. Estamos a favor de la transición energética, pero con condiciones". Un delegado sindical de UGT, que prefiere mantener el anonimato, también secunda este ruego, y recuerda que la multinacional abandonó la zona precisamente por el mandato judicial y presentó el denominado Plan Phoenix para valorizar el paraje. "El compromiso de la empresa es que el vertedero desaparezca porque pone en riesgo los acuíferos y el entorno", asevera.

Dudas sobre la restauración 

Tanto el consistorio como los trabajadores recuerdan que las obras de restauración mandatadas por la justicia tienen que llevarse a cabo de forma continuada. Esto es: Iberpotash no puede empezar a desmontar el grueso del Cogulló a poco tiempo de que caduque el plazo del TSJC, en 2069. Además, un operador jurídico que participó en los anteriores pleitos contra la compañía pone sobre la mesa las dudas que todavía existen sobre el procedimiento para recuperar las condiciones previas del territorio.

"La idea es diluir con agua los restos salinos. La última propuesta consiste en tomar el agua del Llobregat, pese a que debe garantizarse que no se perjudicará el caudal del río. La compañía ya está diluyendo a un ritmo de una tonelada por año, pero necesitan para ello 10 hectómetro anuales de agua, según sus propios cálculos", expone. ¿Es plausible ambientalmente el proyecto? "El papel lo aguanta todo. Si no se hace en toda la montaña, puede que sea posible, pero no tengo los detalles", reconoce este abogado especialista en derecho ambiental.

Propuestas anteriores

De hecho, un portavoz de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) señala otros proyectos similares para reutilizar un territorio intangible como parque solar. Aunque sin las dimensiones gigantescas del vertedero del Cogulló. "Para hacerse una idea, el vertedero tiene las dimensiones del Tibidabo. Se trata del fenómeno de mayor tamaño de la planicie del Bages", apunta el letrado. Restaurar y reaprovechar la montaña salina es una doble intención que genera dudas entre todos los interlocutores consultados.

Sin embargo, la multinacional está empeñada en sacar rédito de la zona. De hecho, el grupo minero ya levantó una planta junto a Azkonobel para comercializar sal de gran pureza (vacuum), pero finalmente resolvió la alianza de forma unilateral. El asunto está pendiente de resolver a través de un procedimiento de arbitraje internacional. Iberpotash no ha colaborado con este medio en la elaboración de la información.