Depósito del Cogulló de residuos de las minas de Iberpotash en Sallent, Barcelona / EP

Depósito del Cogulló de residuos de las minas de Iberpotash en Sallent, Barcelona / EP

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Iberpotash se escuda en un proyecto renovable para retrasar la restauración del vertedero de Sallent

La compañía aguarda el aval del Govern para cubrir parte de la escombrera con placas solares, pese al mandato judicial de reparación y el escepticismo del territorio

7 septiembre, 2022 00:00

Iberpotash se aferra a un proyecto fotovoltaico, pendiente de una reforma urbanística que se resolverá en otoño, para posponer la restauración de la escombrera de Sallent y Súria. Esa es la denuncia tanto de los agentes sociales como de algunos municipios que recelan de la operación anunciada hace un año por la compañía química en el inmenso vertedero de potasa de El Cogulló. De fondo, sobrevuela la desconfianza del territorio sobre la voluntad real de la multinacional de revalorizar los alrededores de la mina.

Pese a que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) obliga desde 2019 a ICL Iberia, filial del grupo israelí, a devolver el paraje a su estado natural, hasta ahora las obras de extracción se han circunscrito a la zona de La Botjosa. A preguntas de este medio, fuentes del gigante industrial no han aclarado cuántas toneladas de residuos se han retirado hasta ahora del total acumulado durante años de explotación --para hacerse una idea, la montaña de restos salinos tiene las proporciones del monte Tibidabo--.

Recelos en el territorio

Aún así, señalan que "hace más de un año que las obras de retirada han empezado y van a buen ritmo" de acuerdo con los planes presentados a la justicia por la compañía. Ello pese a que el pasado marzo el juzgado penal número uno de Manresa exigió al grupo industrial que presentase un nuevo plan para recuperar los niveles de salinidad de la zona afectada. Cabe destacar que la resolución del TSJC fija un plazo de 50 años para acometer este objetivo.

El temor de los interlocutores consultados por Crónica Global es que los siete parques solares, con una extensión de 12,5 hectáreas y una potencia anual de 45 megavatios (MW), retrasen aún más el cumplimiento del mandato judicial. La clave está en si será posible obedecer la sentencia de 2019 y, a la vez, desplegar una instalación renovable de esta magnitud en la ladera sur de El Cogulló. Esto ha llevado a Unió de Pagesos, además de otras entidades ambientalistas, a rechazar la propuesta de la química.

Instalaciones de Iberpotash en Súria / EUROPA PRESS

Instalaciones de Iberpotash en Súria / EUROPA PRESS

Un proyecto dudoso

Por su parte, Iberpotash no ha aportado detalles técnicos de la operación llamada 'Cogulló Solar Plant' puesto que, en la etapa actual, solo se trata de una propuesta y no de un proyecto definido, ya que está pendiente de validación.

De hecho, el secretario general de Industria en el Vallès Occidental y la Cataluña central de CCOOJosep Rueda, ha reconocido que también carece de más especificaciones, como por ejemplo un calendario de ejecución de la iniciativa.

Sallent pide claridad

Por su parte, el alcalde de Sallent, Oriol Ribalta, ha expresado sus dudas sobre el proyecto. "Hemos presentado alegaciones para saber cómo se pueden compaginar las obras de restauración con este proyecto renovable. En un contexto de transición energética, no estamos en contra de iniciativas para aumentar la energía limpia, pero queremos más información sobre cómo y de qué forma se hará", afirma.

Sallent y Súria, además, son las Administraciones encargadas de conceder los permisos locales para desplegar los parques fotovoltaicos, por lo que estarán expectantes por la resolución del expediente. Fuentes municipales de Súria han señalado que "si en un futuro se plantea un proyecto de este tipo, el ayuntamiento analizará la documentación presentada en los ámbitos que sean de competencia municipal".

El Govern tiene la pelota

Un portavoz de la Consejería de Territorio no oculta que la reforma del plan de desarrollo urbanístico (PDU) de la actividad minera del Bages tiene como principal meta determinar si es posible armonizar ambos objetivos. El Departamento no pone fecha a la publicación del nuevo texto, aunque sí indica que el plazo de presentación de alegaciones concluyó antes del verano.

Otras fuentes señalan que el documento podría darse a conocer en octubre o noviembre, fecha en la cual se sabrá si hay plácet de la Generalitat para ejecutar el plan solar en El Cogulló. En paralelo, Urbanismo sí ha aprobado la creación de una nueva escombrera de residuos salinos en Súria en torno al Fusteret, en la cual ICL deberá impermeabilizar el terreno.

El Cogulló sigue intacto

En todo este asunto pesan los antecedentes. Pese al revés judicial de 2019, la multinacional levantó una planta junto a Azkonobel para comercializar sal de gran pureza (vacuum), aunque finalmente resolvió la alianza de forma unilateral. De esta forma, Iberpotash pretendía seguir haciendo negocio en la zona.

El asunto está pendiente de resolver a través de un procedimiento de arbitraje internacional. Mientra tanto, la montaña de El Cogulló sigue allí.