Iberia cancela la ruta a Shanghái por el veto de Rusia

La invasión de Ucrania por parte de Rusia causa estragos en el mundo de la aviación. Iberia, la principal operadora de bandera española, se ha visto obligada a cancelar el vuelo que unía Madrid y Shanghái (China) después de que Vladimir Putin haya impuesto este lunes restricciones para las compañías aéreas de 36 países, que han impedido a los aviones rusos operar en su espacio aéreo.

Tal y como ya avanzó este medio días atrás, la respuesta del Kremlin pone en jaque al corredor entre Europa y Ásia, ya que, de querer seguir con la operativa, se obliga a las aerolíneas a establecer nuevas cartas de vuelo para trazar rutas alternativas. De este modo, se aumenta el tiempo de conexión en cada trayecto, además del trámite burocrático que supone la solicitud de nuevos permisos de sobrevuelo.  

Mapa con el recorrido de vuelo previsto /FLIGHTAWARE

La conexión a Shanghái

Uno de los afectados por el cerrojazo decretado por las autoridades rusas es el vuelo IB 2821, el cual tenía que despegar de Barajas a la 01:30 hora local, del martes 1 de marzo, hacia el aeropuerto de Shanghái Pudong. Si bien desde Iberia explican a Crónica Global que se trata de una única operativa semanal y chárter, que ofrece la compañía del grupo IAG, a la principal ciudad financiera del país asiático desde la capital española.

Además de no ser una ruta regular, indican que es una frecuencia de vuelo que se sirve directamente a una agencia de viajes muy concretos y que la venta de billetes para la ruta no está disponible a través de su propia página web. “El contexto de incertidumbre y el veto impuesto por Rusia” han sido, según la aerolínea, los dos principales motivos que les han llevado a suspender la ruta de forma temporal. 

Nuevos permisos 

Además, remarcan la complicación que supone trazar un nuevo plan de vuelo para las aeronaves, en especial, en el viaje de vuelta dada la existencia de condiciones meteorológicas desfavorables en ruta: “En esa zona siempre tienes viento de cara y ya de por sí hace que la duración del vuelo sume una hora más en el vuelo de regreso”, detallan.

En este sentido, remarcan que para trazar una ruta alternativa, se debería sobrevolar otros países asiáticos, lo que requiere previamente tener que solicitar nuevos autorizaciones de vuelo. A todo ello, cabe sumarle todas las exigencias que imponen las autoridades chinas para poder volar al país, ya que para hacerlo tan solo se permite pasar a los aviones por coordenadas muy concretas.