Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola / IBERDROLA

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola / IBERDROLA

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Iberdrola asumirá casi el 10% de la inversión privada del plan ‘verde’ de Sánchez

La compañía deja fuera de su histórico proyecto a cinco años a México, hasta ahora uno de sus principales mercados, tras el rechazo del Gobierno local a la inversión extranjera

6 noviembre, 2020 00:00

La estrategia del Gobierno para el desarrollo de la energía renovable en España durante la próxima década es la gran beneficiada indirecta del histórico plan estratégico presentado este jueves al mercado por Iberdrola. No en vano, la ejecución del programa de inversiones diseñado por la compañía supondrá una aportación del 10% del total de la inversión privada que contempla el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) remitido por el Ejecutivo a la Comisión Europea.

España es uno de los destinos prioritarios de la nueva hoja de ruta elaborada por Iberdrola para el periodo 2020-2025. En concreto, acapara el 21% de los 75.000 millones de inversión que la eléctrica tiene previsto acometer en la primera mitad de la década que está a punto de comenzar. En total, cerca de 14.500 millones de euros, de los que algo más de la mitad irá a parar a nuevos desarrollos renovables en el mercado interno.

Acelerar inversiones

Cabe tener en cuenta que el Pniec tiene previstas inversiones por valor de 240.000 millones de euros, de los que el 80% están reservados para el sector privado. Es decir, cerca de 190.000 millones hasta el límite del plan, fijado para 2030.

Precisamente, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, fue uno de los que más insistió en la conveniencia de que el Gobierno acelerara el Pniec como medida para hacer frente a la crisis que, por entonces, acababa de desatarse tras la declaración del primer estado de alarma.

Plan superado

Incluso, el ejecutivo defendió la idea de acortar plazos y ejecutarlo en la mitad de tiempo previsto --es decir, hasta 2025-- con el objetivo de adelantar unas inversiones que contribuyeran a dinamizar la economía española y evitar que se desplomara.

El Gobierno no fue receptivo a la idea, pero Galán si optó por aplicar la receta en Iberdrola, de modo que adelantó numerosas inversiones del programa de 10.000 millones de euros previstos para 2020. Toda vez que la cifra de inversiones programa en el original plan estratégico 2018-2022, 32.000 millones de euros, había quedado ampliamente superada.

Baluarte inversor

De hecho, el montante hasta 2022 se sitúa ahora en 50.000 millones, un 35% por encima de lo contemplado por entonces. Iberdrola aprobó y puso en marcha el citado plan estratégico a comienzos de 2018, cuando aún gobernaba el Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy, que por entonces esperaba todavía el informe en el que trabajaba una comisión de expertos para tratar de diseñar el futuro de la transición energética.

Con el nuevo plan presentado este jueves y que el mercado esperaba desde la pasada primavera --el estallido de la pandemia lo frustró--, Iberdrola se sitúa como el principal baluarte de la parte privada del Pniec que, además, podría verse reforzada con la llegada de parte del dinero proveniente del Fondo de Reconstrucción y Resiliencia de la Unión Europea, uno de cuyos pilares es, precisamente, el avance de la energía verde en pos de alcanzar el objetivo de una economía totalmente descarbonizada en Europa para 2050.

México se diluye

España se refuerza como uno de los grandes mercados de Iberdrola para el próximo lustro, justamente lo contrario de lo que sucede con otra de las, hasta ahora, principales plazas del negocio de la eléctrica: México. El país azteca ha sido el gran ausente del plan, en el que apenas se hace alusión a él, al contrario de lo que sucede con otros mercados internacionales como el europeo y el australiano, en el que Iberdrola se reforzó este verano con la adquisición de la compañía Infigen.

El paso de los próximos años diluirá el peso de México en Iberdrola después de los numerosos descuentos que ha tenido la compañía con el Gobierno local, que encabeza su presidente, Andrés Manuel López Obrador. La legislación energética que ha promovido el Ejecutivo cierra las puertas a la inversión extranjera, al tiempo que el país ha emprendido un proceso de revisión de los contratos bajo la acusación a diversas empresas, entre ellas Iberdrola, de tener una posición de dominio en el mercado.

Conflicto político

“Nosotros no hacemos la política energética de México, ni de ningún país; y no vamos a luchar contra ella”, aseguró Galán este jueves preguntado al respecto por los analistas. Lo cierto es que México es el único de los principales mercados en los que la compañía no tiene previsto incrementar su capacidad instalada en renovables, actualmente de algo más de 1.000 megavatios (MW). Teniendo en cuenta que el objetivo de Iberdrola es alcanzar los 60.000 MW en 2025 y que mercados que ahora cuenta con 1.000 MW verán esta cifra multiplicada por ocho, parece claro que México va a dejar de ser estratégico.

“Estamos dispuestos a tener un diálogo muy abierto en el país pero nosotros tenemos que adaptar nuestro plan de inversión a las circunstancias”, concluyó Galán. En este sentido, también ha sido significativa la marcha del consejo de administración de la eléctrica de Georgina Kessel, que en su día despeñó las labores de secretaria de Estado de Energía del gobierno mexicano, bajo el mandato de Felipe Calderón. La vacante de Kessel ha sido ocupada por el exministro Ángel Acebes, de vuelta al consejo de la compañía tras su absolución en el denominado caso Bankia.

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