Luis Gallego será nuevo consejero delegado de IAG a partir de marzo / EP

Luis Gallego será nuevo consejero delegado de IAG a partir de marzo / EP

Business

IAG se españoliza para hacer frente al Brexit con Gallego como consejero delegado

El grupo de aerolíneas ejecuta su primer relevo en el puesto de primer ejecutivo desde su creación en 2011

9 enero, 2020 13:18

El equilibrio de poderes en IAG tendrá un tinte más español por primera vez desde su creación a comienzos de la década, con la fusión entre British Airways e Iberia. El presidente y consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, será a partir del segundo trimestre de 2020 el primer ejecutivo del grupo de aerolíneas (que desde entonces ha sumado también a Vueling, Air Lingus y Air Europa, a través de Iberia, además de la creación interna de la línea de bajo coste Level), cargo que desde el inicio ocupó Willie Walsh, hombre fuerte de la aerolínea británica. Hasta ahora, la presencia española en IAG se limitaba a Antonio Vázquez como presidente del holding, sin ser ejecutivo y, hasta mediados del pasado año, Enrique Dupuy como director financiero (en este caso con carácter de ejecutivo). El movimiento se produce en el momento en el que IAG debería afrontar los efectos de la salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido, conocido como Brexit, y su necesidad de demostrar que se trata de una sociedad que puede seguir operando en el ámbito comunitario.

Luis Gallego deja Iberia / CG

Aunque IAG fue presentada como una fusión entre iguales, lo cierto es que la presencia de Walsh (que fue también consejero delegado de British Airways hasta 2015) inclinó la balanza en favor de la aerolínea británica en numerosas oportunidades. Especialmente significativa fue el ajuste realizado por el grupo con motivo de la crisis económica, que tuvo a Iberia como principal damnificada. La aerolínea española, presidida entonces por Vázquez y con Rafael Sánchez-Lozano como consejero delegado, vivió uno de sus momentos más críticos, cristalizado en una huelga de pilotos, considerada como la mayor en la historia de la empresa, que amenazó con colapsar el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y provocar un auténtico caos aéreo.

El duro ajuste de Iberia

Por entonces, se acusó a Vázquez y Sánchez-Lozano de postrarse a los deseos de Walsh y de no defender los intereses de la compañía española, sobre la que se depositaba la carga de los ajustes por la crisis, traducidos en la salida de más de 4.000 trabajadores y la supresión de rutas emblemáticas, como las del Caribe de habla hispana, bajo el supuesto de que no eran rentables. En aquel momento no había ninguna duda de que IAG no se trataba de una fusión entre iguales y que los intereses de British Airways, cuyo sistema de pensiones arrastraba un considerable e histórico déficit, se anteponían a los de Iberia.

Precisamente, aquella crisis provocó la caída del binomio que llevaba los designios de Iberia y el acenso de Luis Gallego, que pasaría a ocupar los cargos de presidente y consejero delegado de la compañía española. Bien considerado por IAG, Gallego dio la vuelta a la antigua aerolínea de bandera en tiempo récord. En primer lugar, pactó con los trabajadores las condiciones del ajuste (algo que no habían conseguido Vázquez y Sánchez-Lozano). Y, posteriormente, llevó a Iberia de vuelta a la rentabilidad. De ser un lastre para el holding debido a sus cuantiosas pérdidas, la compañía española ha pasado a ser el tractor de IAG, una circunstancia que cambia considerablemente su encaje dentro del grupo.

Impulso del Brexit

El factor que ha terminado de dar la vuelta a la película ha sido el Brexit. La posibilidad de una salida de la Unión Europea sin acuerdo (el denominado Brexit duro) suponía el riesgo para IAG de quedarse sin licencia para operar en el espacio comunitario, una incertidumbre que quedó allanada por el principio de acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas. IAG se presenta a todos los efectos como compañía que se mantiene en la UE (su sede está en Madrid). Y ahora, con Gallego como principal ejecutivo, y otros puestos clave ocupado por españoles (como es el caso de Álex Cruz como consejero delegado de British Airways), las dudas terminan de disiparse.

A finales del pasado año, Walsh ya adelantó en una conferencia con inversores que su retirada como primer ejecutivo de IAG estaba próxima, aunque por entonces se dio un plazo de dos años. En aquel momento, aun no se habían celebrado las elecciones en Reino Unido que confirmaron a Boris Johnson, acérrimo partidario del Brexit, como primer ministro. Tras su aplastante victoria en las urnas, todo hace indicar que el Brexit se producirá a finales de enero, lo que ha terminado de precipitar la decisión de Walsh. Comienza una nueva era en IAG, con un marcado tinte español.