Imagen del aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde una huelga ha pasado de nuevo desapercibida / EFE

Imagen del aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde una huelga ha pasado de nuevo desapercibida / EFE

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Desbandada entre los vigilantes de El Prat

El comité de la huelga indefinida se vacía por el fracaso de la protesta en los arcos de seguridad, que alcanza hoy su 25º día sin efectos en el aeropuerto de Barcelona

2 septiembre, 2019 00:00

Tocata y fuga entre los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat de Barcelona. Los profesionales de los arcos de seguridad, en huelga indefinida desde el 9 de agosto, están abandonando el comité que organiza los paros por el fracaso de la protesta.

La movilización en los filtros detectores llega hoy lunes a su 25º día en marcha sin haber logrado apenas efectos. Según fuentes cercanas a la huelga, el flujo de pasajeros en el segundo mayor aeropuerto español "no solo no se para, sino que es más rápido que antes del paro indefinido". Ello es así por el escaso apoyo de los 500 vigilantes al sindicato Prou, que convocó la acción laboral, por la vigilancia que ejerce la Guardia Civil con arreglo a sus competencias en seguridad aeroportuaria --y que costó al instituto armado colocarse en el punto de mira de los huelguistas-- y por los rocosos servicios mínimos del 90%.

Vetados en los fitros

Este cóctel de factores ha provocado un pinchazo mayúsculo de la huelga indefinida en El Prat, pese a que sectores independentistas catalanes buscaban disrupción masiva en el segundo aeropuerto español otro verano más. No ha sido así. La huelga de los vigilantes de Trablisa no ha tenido el éxito deseado y abraza a partir de hoy el fin de la temporada estival, con menor tráfico aéreo que torpedear, y el inicio del curso judicial, en el que se dirimirá la legalidad de la movilización tras la denuncia del grupo de seguridad que tiene la concesión del servicio.

Imagen de los filtros de seguridad del aeropuerto de El Prat en plena huelga de vigilantes / EFE

Imagen de los filtros de seguridad del aeropuerto de El Prat en plena huelga de vigilantes / EFE

La entrada en la irrelevancia del conflicto laboral en los arcos detectores lleva aparejada una medida que pocos conocen. "El comité de huelga ya no puede acercarse a los filtros", han explicado fuentes conocedoras. ¿Por qué? "Porque estaban coaccionando a los trabajadores que no seguían la huelga. Ello ha provocado la activación del protocolo de acceso a la zona aire. Si no eres trabajador y no tienes turno o estás invitado con antelación, no entras. Es simple y se ajusta al 100% a la legalidad", han agregado. Este muro impide pues los conflictos en los arcos detectores, que estaban provocando acusaciones de coacciones al personal, por un lado, y de esquirolaje, por el otro.

Desbandada en el comité

Quizá por esta situación de enquistamiento, el comité de huelga de los vigilantes de El Prat se está resquebrajando. Por lo pronto, el grupo organizador del paro indefinido se ha quedado sin portavoces, ya que Genoveva Sierra (Prou) y Fidel Gómez (Alternativa Sindical), caras visibles de los huelguistas, han cogido vacaciones o una incapacidad temporal. "No se les ve desde hace días en el aeropuerto", señalan las fuentes consultadas. Esta situación se ha agravado por la pausa estival de la que disfrutaron el 50% de activistas, y que sublevó a sus compañeros cuando este medio la dio a conocer.

Manifestación por el movimiento de una trabajadora de Trablisa de El Prat a la red de transporte ferroviario / CG

Manifestación por el movimiento de una trabajadora de Trablisa de El Prat a la red de transporte ferroviario / CG

Ante esta fuerza menguada, los vigilantes han cambiado de objetivo. De entrar al cuerpo a cuerpo con Trablisa, la parte social ha arremetido ahora contra la Guardia Civil por el traslado de una compañera desde El Prat hasta la red de transportes al considerarla el instituto armado "no apta". El movimiento ha caído como un obús entre los huelguistas, que se manifestarán el martes en la Terminal 1 del aeropuerto de Barcelona contra lo que ellos consideran "represión".