Imagen de la zona de piscina en la azotea de Hotel Marina Badalona / Cedida

Imagen de la zona de piscina en la azotea de Hotel Marina Badalona / Cedida

Business

La hotelera Sallés busca activos para crecer en Madrid

La cadena catalana examina oportunidades en la capital tras entrar en el cuerpo a cuerpo del segmento urbano con el hotel-rascacielos Marina Badalona

13 mayo, 2022 00:00

Una cadena hotelera catalana de las clásicas que ahora quiere un trocito del milagro madrileño. Hoteles Sallés busca activos en la capital para crecer y engrosar un porfolio que ha recibido una última aportación en forma de colosal hotel-rascacielos de cuatro estrellas en Badalona (Barcelona). Ahora, esta empresa familiar que comenzó en una masía del Empordà quiere más, y se ha fijado --como otras tantas firmas del sector alojativo-- en la mayor ciudad española. 

Lo explica en conversación con este medio Yolanda Sallés, directora general del grupo y segunda generación de una cadena que fundó su padre, Salvador Sallés. La directiva explica que el conglomerado con sede en Sant Antoni de Calonge (Girona) peina la capital buscando activos para crecer. "Pero con cautela por los precios", matiza. A la compañía le gustaría plantar una pica en el destino, aunque no a cualquier precio. Y las tarifas de ventas hoteleras por habitación se han disparado con la velocidad turística que ha tomado Madrid. 

"Creceremos con recursos propios"

Sallés hija confirma en efecto que la hotelera catalana "no crecerá a cualquier precio". La enseña ha capeado la pandemia del Covid-19 pasándolo "mal", como el resto del sector turístico, pero ha superado la fase dura de la pandemia con cintura porque presentaba poco endeudamiento. De hecho, la voluntad de la cúpula de la firma es que siga siendo así. "No nos apalancaremos. Creceremos despacio y con recursos propios", razona la ejecutiva. "Si no se hace este año, será el siguiente. Esta prudencia es una de las distinciones de la empresa y queremos que siga siendo así". 

Imagen del Hotel Marina Badalona, operado por Sallés / Cedida

Imagen del Hotel Marina Badalona, operado por Sallés / Cedida

Medir cada paso es exactamente lo que ha hecho Sallés con su desembarco por la puerta grande en el segmento urbano. Aunque ya contaba con activos en este campo --como un alojamiento en la calle Pere IV y otro cercano al aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat--, con el rascacielos Marina Badalona Sallés echa el resto. Porque ha invertido en el activo "decenas de millones de euros", y porque el establecimiento de 181 habitaciones en 14 plantas, spa y tres restaurantes es la espoleta del cambio urbanístico en el litoral sur de Badalona. 

"No vendemos"

Con ese porfolio ampliado, Sallés busca ahora activos en Madrid. Lo hace tras izar su enseña en la frontera norte de Barcelona con un rascacielos-hotel que es la cuarta aportación a su sello Collection, el de más lujo. Los otros son Cala del Pi (Mallorca); Mas Tapiolas (Solius, Empordà) y La Caminera (Ciudad Real), un cinco estrellas rural que, también, es el único alojamiento de España que cuenta con pista privada de aviación para llegar en jet

Pista de aterrizaje del hotel y club de campo La Caminera, un cinco estrellas de Sallés / Cedida

Pista de aterrizaje del hotel y club de campo La Caminera, un cinco estrellas de Sallés / Cedida

Con estos mimbres, al grupo le han salido novias. La directora general admite que no solo los fondos de inversión han llamado a su puerta, como ha ocurrido con otras hoteleras familiares, sino "mucha otra gente". Pero Hoteles Sallés no vende y se queda como está, por ahora. Lo que es más: la cadena ha aprovechado la fase virulenta del virus para reformar algunos hoteles y reposicionarlos. "O cambias y te vuelves tecnológico o pierdes comba", razona Sallés

"Por encima de 2019"

Hasta el momento, la firma marcha a buen ritmo. Su gerente desliza que algunos de los hoteles, como el Pere IV de Barcelona o el cercano al hub aéreo barcelonés "presentan unas métricas superiores a las de 2019". Esto es: con la recuperación del turismo, Sallés ya presenta cifras superiores a las de la prepandemia. Y espera mejorar el ejercicio previo a al enfermedad. 

Es en este contexto en el que la cadena ha inaugurado el Marina Badalona. El hotel que abandonó Meliá por motivos económicos es ahora un rascacielos cuatro estrellas en el límite septentrional de Barcelona. Activo cuya apertura de puertas ha sido medida con cautela, como el resto del plan de negocio. "Esperábamos inaugurar a finales de 2022, pero finalmente hemos adelantado para aprovechar el vigoroso ritmo turístico", subraya la directiva. Dicho y hecho. La cuarta ciudad catalana ya tiene hotel flagship del que presumir. Y un negocio que haga de tractor de la transformación del vecino barrio de las Tres Chimeneas, ahora en fase de diseño.