El Hotel W de Barcelona visto desde el puerto de la ciudad / EP

El Hotel W de Barcelona visto desde el puerto de la ciudad / EP

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Los hoteles de Barcelona rozarán este verano la ocupación de 2019

El regreso de los turistas internacionales devuelve el optimismo a los empresarios barceloneses y de la Costa Brava, que esperan llenar casi todas las habitaciones

2 junio, 2022 00:00

Los hoteles de Barcelona vuelven a llenarse. Tras un par de meses de dudas por la guerra, que desajustó todas las previsiones --en ese momento positivas-- para este verano, los empresarios hoteleros tienen ahora claro que este será el verano que dejará atrás la pandemia, con resultados que si bien no serán de récord, sí se acercarán razonablemente a los de hace dos años.

Las previsiones de Jordi Clos, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, son "muy buenas", ya que la ocupación de las plazas hoteleras se quedará solo a siete u ocho puntos de la registrada en 2019. Según los datos de la patronal, el 85% de las habitaciones estarán ocupadas a lo largo del verano, aunque en momentos puntuales, como la celebración del Primavera Sound, la cifra subirá al 93% o 95%, lo que se considera un lleno total, pues es prácticamente imposible alcanzar el 100%.

Costa Brava vuelve a llenarse

Otras zonas turísticas de Cataluña, como la Costa Brava, también se han llenado de optimismo por la llegada de cada vez más visitantes en las últimas semanas. "La Semana Santa fue el arranque y en los últimos fines de semana, el tiempo ha acompañado", celebra Judit Lloberol, gerente de Costa Brava Centre.

Según Lloberol, la ocupación de los hoteles del centro del litoral gerundense ya está próxima al 100%, pero "falta movimiento entre semana". A pesar de ello, los datos apuntan a un verano muy concurrido. "Pensamos que será el nivel de 2018 o 2019", señala la directiva.

El turismo rural se activa

"Hay mucho optimismo en el sector", sintetiza Josep Carreras, presidente de la Asociación de Hostelería de Girona. El representante del sector cree que la ocupación hotelera "funcionará muy bien" en el litoral, excepto en las zonas que dependen del turismo de masas como Lloret y Blanes, que han sufrido especialmente el golpe de la pandemia.

Además, indica que el turismo rural también presenta buenos números. Más allá de la costa, los hoteles de Figueres, el Ripollès, la Cerdanya y Olot también se están llenando. A todo ello contribuye la llegada de cada vez más franceses, holandeses y suizos que llegan en coche.

El regreso del turista francés

"Empezamos a ver matrículas francesas", suscribe Lloberol. En la Costa Brava tampoco han pasado desapercibida la presencia de grupos estadounidenses, así como el aluvión de reservas desde el Reino Unido. Aunque la mayoría de turistas continúan siendo españoles, "poco a poco, el turismo internacional se va animando" y los extranjeros habituales que tienen segunda residencia en la zona regresan por fin.

Con la mirada puesta en el verano pasado, Carreras recuerda que un repunte del Covid truncó la recuperación del turismo, pero solo en julio: "Agosto y septiembre no fueron malos meses". La portavoz de Costa Brava añade que "en septiembre y octubre se hicieron buenos números", lo que permite tener esperanza en que el verano "pueda alargarse por detrás".