Los hoteles de Barcelona y cercanías sufrieron caídas de hasta un 25% de ocupación en noviembre por la inestabilidad política del posprocés. Los alojamientos intentarán paliar con recortes de precios de hasta un 20% en diciembre el descenso en el número de reservas por la tensión en Cataluña.
Según han indicado las consultoras especializadas Magma Hospitality Consulting y STR hoy, lunes, 4 de diciembre, "la tendencia negativa en hotelería se mantendrá hasta el cierre del año, pendiente de lo que ocurra, entre otras fechas, en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre".
De momento, las firmas constatan que la crisis catalana ha dejado datos turísticos negativos en la región. Tras el referéndum ilegal de secesión del 1 de octubre, los establecimientos de la ciudad y área de influencia encajaron bajadas de reservas de hasta un 10%. El precio medio, a su vez, descendió un 40% tras la consulta ilícita.
Noviembre, también
En noviembre siguieron los malos datos para el sector. La ocupación descendió un 25% en días puntuales en comparación con los datos anotados el mismo periodo un año atrás. Con lo que respecta a la rentabilidad hotelera (RevPar), los empresarios sufrieron caídas de hasta un 30%.
Ambos datos contrastan con los que se había anotado la ciudad hasta septiembre. Según Magma y STR, la capital catalana crecía a un ritmo del 1,9% en reservas (80,9% de ocupación media), 9,5% de precio medio (148,86 euros) y del 11,6% en rentabilidad por habitación (120,49 euros).
"Barcelona se está comiendo el crecimiento que había acumulado en el global del año. Lo hizo en octubre y se repitió en noviembre. Ocurrirá en diciembre si persiste la inestabilidad en el mercado", ha indicado Bruno Hallé, socio director de Magma.
Mercado internacional, el más golpeado
Las dos consultorías han hecho hincapié en que el mercado más golpeado por las heridas del fallido desafío independentista ha sido el internacional.
"El 80% de clientes de hotel en Barcelona son extranjeros; el 20%, nacionales. Con estos datos y según las respuestas de los mercados a la tensión sociopolítica, se puede inferir que la inestabilidad se ha cebado con el primer segmento", ha explicado Javier Serrano, director de mercado de España de STR.
En cualquier caso, el mal comportamiento de los alojamientos barceloneses en los últimos meses se ha producido por un retroceso del número de visitantes de escapadas. En octubre, el cliente transient o de visita corta a la ciudad cayó cerca del 14%, más que las reservas de grupos.
"Hemos visto un impacto notable sobre los visitantes que eligen entre Barcelona y otras ciudades europeas. Si perciben inestabilidad en la ciudad, optarán por otras urbes como Lisboa (Portugal) o Praga (República Checa)", ha aclarado Hallé.
Nubarrones sobre 2018
Las cicatrices del procés sobre el turismo en Barcelona serán bien visibles el próximo año. Los hoteles de la ciudad esperaban un crecimiento del 11% en precio medio, del 2% en ocupación y un repunte de rentabilidad del 14%.
Esos datos están ahora en entredicho. "Si no se recupera la estabilidad, peligran las reservas del segmento corporativo para el próximo año. Son compras que se hacen a meses vista. Y ahora es época de contratación. Las consecuencias en ese segmento las veremos en 2018", ha indicado Hallé.
En este sentido, el mazazo sobre el negocio de encuentros, incentivos, conferencias y ferias (MICE, en el argot hotelero) se traduciría en una caída de reservas año a año del 14%, han avanzado ambas firmas.