Un cliente atraviesa el célebre patio interior del hotel Mandarin Oriental de Barcelona / Cedida

Un cliente atraviesa el célebre patio interior del hotel Mandarin Oriental de Barcelona / Cedida

Business

El toque de atención de Mandarin Oriental a sus acreedores

Reig Capital, dueño del cinco estrellas gran lujo, abona la teoría de la venta tras otro ejercicio aciago que tensionará las cuentas de la empresa

30 noviembre, 2021 00:00

Si no es cierto, ya conviene. Reig Capital, propietaria del hotel Mandarin Oriental de Barcelona, abona la tesis de que se vende el alojamiento de cinco estrellas gran lujo con la vista puesta en los 170 millones de euros que debe al sector financiero. El hólding de la empresaria andorrana de María Reig es uno de los beneficiados de los nuevos rumores sobre una posible colocación en el mercado del mejor activo hotelero de la Ciudad Condal. 

¿Se vende el hotel Mandarin? La portavocía de prensa de Reig Capital negó ayer que escuche ofertas por el cinco estrellas GL situado en el número 38 de paseo de Gracia, la milla de oro de la capital catalana. Fuentes del sector de la intermediación hotelera dieron la información por "bulo" o "toque de atención" del vehículo inversor de Reig a los reclamantes de la abultada deuda de Trivalor XXI, la sociedad titular de la propiedad del establecimiento. 

"Ya se rumoreó"

Desde el sector hotelero se da por sentado de que el Mandarin Oriental no cambiará de manos, por lo menos de momento. "Podría haber interés por parte de alguien, pero cabe recordar que ya se rumoreó la venta del hotel por 200 millones, y jamás se concretó en nada", recuerdan. 

En efecto, Reig Capital ya tuvo que salir al paso de informaciones sobre su venta, apuntadas a principios de 2021. En aquella ocasión, el conglomerado aseguró que no solo no lo vendería, sino que reabriría sus puertas tras el cierre obligado por la pandemia. Cumplió y se puso a trabajar en marzo de este año tras un año en el dique seco obligado por el cierre gubernativo y la atonía del turismo. 

"Es una cortina de humo"

Otras fuentes del sector han dado más claves. Las noticias de una posible venta, tengan o no fundamento, favorecen a la propiedad. "Es una buena cortina de humo para renegociar acuerdos", explican. No en vano, el Mandarin arrastra "una sobreinversión inicial y una gestión dudosa" que se ha transformado "en una abultada deuda y un raquítico resultado". Fue de cerca de 430.000 euros en 2019, año previo a la pandemia. 

"El Mandarin necesita una inyección de capital de unos 70 millones para restablecer el equilibrio patrimonial, sea de Reig Capital o de quien sea", explican las mismas voces. Se refieren a inyecciones más regladas que la que avanzó este medio, acometida por medio de las sociedades en el exterior, y que no sirvió para aligerar la tesorería de Trivalor XXI. 

"El precio es un millón de euros, no más"

En cualquier caso, se venda o no el hotel, desde el sector alojativo recuerdan que Mandarin Oriental no se venderá a más de un millón de euros la habitación "si es que el comprador quiere sacar alguna rentabilidad de su dinero". No en vano, la última operación de un hotel cuasi equivalente al de paseo de Gracia fue la colocación de Nobu a la gestora de fondos Activum SG por parte de Selenta. 

"Se pagaron 305.000 euros por habitación. Por los cuatro estrellas buenos de Barcelona se están pagando de 250.000 a 300.000 por habitación. Si exiges más, pides rentabilidades más bajas al inversor, y no las aceptarán", deslizan. 

Los hoteles urbanos, "tocados"

Hay otro sostén a este argumento. Los hoteles urbanos son los "más tocados" por la pandemia del coronavirus. Los alojamientos vacacionales pudieron abrir en verano. "Tarde, aunque lo hicieron", explican desde la industria vacacional. Los productos de playa, pues pudieron facturar algo en verano, pero en Barcelona ciudad las ocupaciones siguen por los suelos. 

En septiembre de este año, el propio Gremi d'Hotels de Barcelona calculaba que el 15% de hoteles no habían reabierto en pandemia. Las clausuras indefinidas han inundado de producto el mercado, algo que están aprovechando los fondos para capturar activos golosos en una ciudad de la que se espera que reedite pasados éxitos turísticos.