Fachada del Fairmont Juan Carlos I, hotel-resort de cinco estrellas de Barcelona / CG

Fachada del Fairmont Juan Carlos I, hotel-resort de cinco estrellas de Barcelona / CG

Business

El Fairmont Juan Carlos se aleja de la quiebra al encontrar un comprador

Tyndaris, filial de Tyrus Capital, se hará con las obligaciones del hotel de cinco estrellas de Barcelona a las puertas del concurso de acreedores

24 junio, 2022 00:00

El vehículo inversor Tyndaris LLP comprará la deuda del hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona y evitará que acabe en un doloroso proceso de insolvencia. La firma de inversión alternativa, encuadrada en Tyrus Capital, se hará con las obligaciones del hotel-resort de cinco estrellas situado junto a la avenida Diagonal y maniobrará para esquivar el concurso de acreedores en el que se sumirá la próxima semana después de que el ayuntamiento no le prorrogara la concesión

Lo explican fuentes del sector financiero, que subrayan que el icónico cinco estrellas podrá regatear el concurso de acreedores porque el tenedor de la mayoría de la deuda, Tyndaris, integrada ahora en Tyrus, "comprará la totalidad de las obligaciones del activo y negociará una prórroga de los vencimientos". ¿Qué significará ello? "Que se evitará la insolvencia por cuanto habrá una nueva propiedad y buscará soluciones para reflotar el activo", explican. 

Salvará el concurso

La nueva propiedad será la que en estos momentos tiene la mayoría de la deuda del Juan Carlos I. Las obligaciones totalizan 80 millones de euros, de las cuales Tyndaris atesora unos 32 millones. El otro gran tenedor es Bankinter. En cualquier caso, el vehículo inversor ya había negociado quedarse con el alojamiento cuando entró en liza Apollo Global Management en 2021 para comprarlo, avanzó este medio

El hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona / EP

El hotel Fairmont Juan Carlos I de Barcelona / EP

Las operaciones descarrilaron. Ni una ni otra compañía consiguieron cerrar la operación y el negocio entró en preconcurso de acreedores en abril del pasado año. El siguiente paso es entregar los libros al juzgado en una insolvencia al uso. Ello tenía que ocurrir a partir del próximo 30 de junio si no cambiaba nada. Pero la reaparición en escena de Tyndaris conseguirá que se sortee el laborioso proceso judicial de recuento de activos y repago de deudas. 

De Arabia Saudí al Líbano

Es lo que aseguran voces del sector financiero, aunque contactado por este medio el grupo británico de inversión no ha confirmado la noticia. Desde varias instancias conocedoras la dan por hecha y es más, también dan por descontado que habrá una renegociación de vencimientos para dar oxígeno al hotel. 

Sea como fuere, ello significa que el Fairmont Juan Carlos I pasará de ser propiedad de la familia real saudí a manos libanesas. El hotel-resort está en el portafolio de la saga ben Nasser por medio de la sociedad Barcelona Project's SA. Pero la estirpe monárquica no quiere el activo y buscaba colocarlo. Finalmente, y pese a la entrada en escena de diversos interesados, será Tyndaris, fundada por un inversor libanés, quien se llevará el gato al agua y comprará la pieza. 

Concesión denegada

La adquisición será in extremis. Porque el Fairmont Juan Carlos I se encaminaba al concurso a partir de la próxima semana, cuando venza la moratoria de de insolvencias decretada por el Gobierno para evitar la defunción empresarial en España. La insolvencia era la opción más clara después de el Ayuntamiento de Barcelona denegara la prórroga de la cesión del alojamiento, que vencía en 2040. Lo hizo, arguyó el gobierno municipal, por "desacuerdos entre acreedores". 

La noticia, avanzada por La Vanguardia, ha tenido una continuidad. El principal tenedor de la deuda se dispone a comprar el activo, evitando que acabe varado en un juzgado mercantil de la Ciudad Condal. Eso sí, el Fairmont perderá el verano de 2022, pues se encuentra cerrado y la totalidad de sus trabajadores en Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), confirmaron ayer fuentes del comité de empresa. 

¿Fin de la historia?

La clausura temporal del resort es el último capítulo en la tormentosa historia de un activo turístico de primer orden en la capital catalana. No en vano porque el Fairmont Juan Carlos I presenta 436 habitaciones, 20 de las cuales suites, y está anexado al Palacio de Congresos de Cataluña, ubicado al pie de la avenida Diagonal. La marca canadiense --ahora en el grupo francés Accor-- lo reformó íntegramente en 2016 con un presupuesto de 37 millones. 

Joan Gaspart, fundador de Husa Hoteles / EFE

Joan Gaspart, fundador de Husa Hoteles / EFE

Antes, el hotel lo gestionaba la compañía de marca blanca Gestión de Activos Turísticos (GAT), que lo heredó de Husa Hoteles. La firma alojativa de Joan Gaspart pilotó el complejo en dos fases. Entre una gran polémica. Husa fue denunciada penalmente por las deudas con la Seguridad Social y Hacienda, adeudos que totalizan unos 16 millones de euros. El caso por estafa, que conllevó la investigación del propio Gaspart, no prosperó. Antes, Turki ben Nasser y el expresidente del FC Barcelona habían terminado enfrentados por la gestión del segundo.