Laboratorio de Labco, que dirige José Ignacio Hornos Vila, aspirante oficialista a presidir ACES / CG

Laboratorio de Labco, que dirige José Ignacio Hornos Vila, aspirante oficialista a presidir ACES / CG

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Guerra en la patronal sanitaria catalana

El 'establishment' de ACES maniobra para que una candidatura renovadora no gane hoy las elecciones a la junta

19 enero, 2017 00:00

Guerra en la patronal sanitaria catalana. El establishment de la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES) ha puesto trabas para que una candidatura renovadora no venza en las elecciones a la junta directiva, que se celebran hoy. Los aspirantes oficialistas, encabezados por José Ignacio Hornos, vicepresidente segundo, han movido hilos para evitar que la lista de Gonçal Lloveras, tercer vicepresidente, concurra a la cita con normalidad.

Según explican fuentes médicas ajenas a la patronal, en el origen del conflicto está en la propia convocatoria electoral: "El relevo de la presidenta Cristina Contel está siendo muy complicado. Una parte de la junta quiere impedir que se renueve a fondo el grupo de mando".

Al parecer, parte de las maniobras las estaría dirigiendo Lluís Monset, director general de la entidad. El directivo intentó que Lloveras renunciara a concurrir en una reunión con su rival en diciembre. "No lo consiguió, y ahora ha tratado de laminar los apoyos del aspirante renovador", ha agregado.

Cambios

Según las fuentes consultadas, las diferencias entre oficialistas y renovadores serían notables. "La candidatura de Hornos prefiere mantener el perfil bajo como hasta ahora, mientras que los renovadores buscarían poner en valor el trabajo de ACES, darle un mayor perfil".

"Ello --abundan las mismas fuentes-- incluiría negociar en bloque los seguros de responsabilidad corporativa, la compra de fungibles, más diálogo con los asociados o apostar por la formación, entre otros".

Sombras de corrupción

Hay otro punto de discordancia. A los gestores de los 156 centros asociados a ACES les subleva que la candidatura oficialista la integren personas como Marta Faus, consejera delegada de Eresa, que reside en la Comunidad Valenciana.

"No hay que olvidar los escándalos protagonizados por la firma Exploraciones Radiológicas Especiales y el PP en aquella región", indican.

Precisamente, cabe recordar que Eresa perderá los contratos de resonancias magnéticas, TACs y Medicina Nuclear en 2018 del Hospital General de Valencia. Lo hará después de que la Sindicatura de Cuentas detectara indicios de responsabilidad contable y la oposición denunciara que "carecían de sustento legal".

Los tres acuerdos totalizaban más de 12,42 millones de euros, pero eludieron un concurso público. 

"Parcialidad" y fuga de talento

Cualquiera que fueren las supuestas malas prácticas, las elecciones de hoy enfrentarán a dos concepciones de llevar una patronal sanitaria. La colisión democrática --cada centro tiene de uno a ocho votos, dependiendo del personal-- se producirá en un ambiente enrarecido.

Varios asociados, según subrayan fuentes del sector, han lamentado que la hija de la presidenta saliente concurra en una de las listas, lo que limitaría su imparcialidad.

Además, ven cierta "descapitalización" de la organización empresarial tras la marcha de Carmen de la Campa, subdirectora y responsable de negociación colectiva, y Rosa Bayot, excoordinadora de formación.