Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy / EFE

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy / EFE

Business

Las eléctricas inician una batalla comercial sin precedentes

Iberdrola y Endesa lanzan ofertas a largo plazo que esquivan la escalada de precios del mercado libre tras el paso dado por Naturgy

13 septiembre, 2021 11:48

La imparable subida de los precios de la electricidad en el mercado mayorista han desencadenado una batalla comercial entre las grandes eléctricas. En los últimos días han lanzado al mercado sus ofertas para tratar de captar nuevos clientes, asegurarse la permanencia de los que tienen y también provocar un trasvase al mercado libre desde el regulado, contra el que las empresas han mostrado su desacuerdo desde el inicio de la crisis de inflación.

El fuego lo abrió Naturgy la pasada semana. Anunció un nuevo contrato que garantizaba a los clientes, actuales y potenciales, un precio fijo de 60 euros por megawatio/hora durante los dos próximos años. La cifra supone un descuento en torno a un 60% en relación con los costes que actualmente registra el mercado mayorista.

La repuesta de Iberdrola y Endesa

No ha tardado en responder la competencia. Iberdrola, a través de una oferta a largo plazo, cinco años, con un coste fijo que hace que el consumidor no tenga que estar pendiente de la evolución del mercado. En las últimas horas, Endesa ha hecho lo propio con una oferta que asegura un precio de 58 euros por MW/h durante dos años.

El alza descontrolada de los precios de la electricidad, derivada de los fuertes incrementos en los mercados de materias primas y también de los derechos de emisión de CO2, afecta a los usuarios adscritos al mercado regulado. Es decir, el que emplea el mercado mayorista como referencia para tarificar el consumo.

Críticas al mercado regulado

Se trata de una figura introducida por la reforma eléctrica de 2013, diseñada por José Manuel Soria, el que fuera ministra de Industria en el primer Gobierno de Mariano Rajoy, y que no tiene parangón en los países del entorno.

De hecho, cuando el precio de la luz comenzó a repercutir de forma notable en el bolsillo de los ciudadanos y se convirtió en una de las principales preocupaciones, las grandes empresas del sector lanzaron críticas contra él y señalaron que su desaparición eliminaría la dependencia del consumidor de un elemento que escapa por completo a su control.

Compañías penalizadas

El sector también ha insistido en lanzar el mensaje de que la situación que actualmente se da en el mercado no beneficia a su cuenta de resultados y que, incluso, provoca efectos negativos que, incluso, comenzaron a aflorar ya en los balances de los seis primeros meses del año.

Las grandes del sector también se ven obligadas a acudir al mercado mayorista a comprar electricidad debido a que no generan la suficiente para atender la demanda de sus clientes. De ahí que la tensión inflacionista no sea lo mejor para sus finanzas.

Anticiparse al Gobierno

Por otra parte, la subida de precios ha hecho saltar por los aires los mecanismos de cobertura que tienen las compañías para sus contratos de venta de electricidad a largo plazo, que contemplan en la actualidad precios sensiblemente inferiores a los que se registran en el mercado.

La batalla comercial de las grandes del sector se produce poco antes de que el Gobierno anuncie oficialmente la batería de medidas que ha preparado de forma urgente para tratar de paliar una situación que se ha convertido en uno de los principales desafíos que se le han planteado en los últimos meses.

Medidas fiscales y subastas

De lo que ha trascendido, la principal novedad estriba en la recuperación de un mecanismo de subastas por el que las empresas dominantes del sector deberán poner a disposición de las pequeñas comercializadoras electricidad a precios más asequibles que los del mercado.

El Ejecutivo también adelantará medidas de tipo fiscal, que ya ha avanzado en las últimas semanas, como la aplicación del tipo reducido de IVA y la eliminación del impuesto a la generación eléctrica. Se trata de soluciones de carácter temporal pero que podrían verse prolongadas más de lo previsto ante la perspectiva de que el actual escenario notablemente inflacionista podría mantenerse hasta la próxima primavera.