Agustí Cordón, el primer ejecutivo del Grupo Zeta, y tras él una imagen de las protestas de los trabajadores de la empresa / CG

Agustí Cordón, el primer ejecutivo del Grupo Zeta, y tras él una imagen de las protestas de los trabajadores de la empresa / CG

Business

El Grupo Zeta reclama un adelanto urgente del último crédito pedido

El grupo editor necesita cuatro millones para convencer a los proveedores de que la refinanciación de su deuda permitirá cobrar a todos los industriales

5 mayo, 2017 00:00

La dirección del Grupo Zeta ha pedido un crédito puente de cuatro millones al pool de 10 bancos con el que tiene contraída una deuda de 99,2 millones. Esa cantidad estaría destinada a pagar a algunos proveedores y convencerles así para que no veten la renegociación de la deuda global.

Los bancos están divididos sobre cómo responder a la nueva petición de la empresa editora, que se produce en pleno conflicto laboral con la plantilla de El Periódico de Catalunya, el buque insignia del grupo, que irá a la huelga entre los días 15 y 19 de mayo.

Presión sobre la banca

La iniciativa de los directivos de Zeta es todo un mensaje desesperado de petición de auxilio a la banca que concentra casi 100 millones de riesgo con ellos y que sabe, como puso negro sobre blanco Deloitte, que el peor escenario para sus intereses sería la liquidación del grupo.

En noviembre pasado, la empresa avisó a la banca de que no podría hacer frente al pago de la cuota de diciembre. Formuló una petición para renegociar el pago y sus plazos, además de un nuevo crédito de 25 millones; y lo acompañó de un plan de negocio que incluía una reducción de plantilla.

La liquidación, lo peor

El pool bancario encargó a Deloitte que estudiara el caso y que hiciera una propuesta. Los técnicos de la consultora, tras desaconsejar la liquidación del grupo por el desequilibrio entre activo y pasivo, sugirió la venta de propiedades por valor de 72 millones, así como un nuevo crédito, no de 25, sino de 38 millones para que ampliara el recorte de plantilla.

Mientras tanto, el grupo se desprendió de Ediciones B por una cantidad que oscila entre los 35 y los 40 millones y cuyo cobro no será efectivo hasta el 30 de junio. Mientras tanto, Zeta necesita apaciguar los ánimos y evitar que algún proveedor impida el cierre definitivo de la operación.

Nuevas necesidades

Esa venta, a su vez, ha modificado ligeramente las necesidades financieras de la empresa, puesto que en teoría ha hecho caja con al menos 35 millones (no disponibles antes del 30 de junio). En consecuencia, ya no necesita un crédito de 25 como propuso inicialmente, ni de los 38 que recomendó Deloitte, sino solo ocho, una cantidad que se sumaría a los 35 que serán efectivos antes del verano.

No obstante, y como las deudas con los proveedores vienen de lejos, la comisión directiva que encabezan Agustí Cordón y Conrado Carnal ha solicitado un anticipo urgente de cuatro millones a los bancos.

Los comités de riesgo de las 10 entidades están analizando entre dudas la nueva situación, pero las fuentes consultadas, pese a admitir el pressing al que se sienten sometidos por los editores –con la huelga de El Periódico como espada de Damocles-, están convencidas de la banca terminará por acceder a las peticiones de los hombres de Antonio Asensio.