Imagen promocional de la última temporada de esquí en la estación de Grandvalira / CG

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Business

Grandvalira, al borde de la liquidación

El presidente de la estación de esquí, Joan Viladomat, convocará en los próximos días una junta extraordinaria para validar su petición de acabar con la gestora de las pistas

7 junio, 2017 00:00

Grandvalira está al borde de la liquidación. El presidente de Nevasa, la sociedad que gestiona la estación más grande del sur de los Pirineos, Joan Viladomat, convocará en los próximos días una junta extraordinaria de accionistas para valorar la propuesta que él mismo puso sobre la mesa el jueves pasado: la liquidación de la empresa que explota las pistas de esquí.

Tras el anuncio inesperado, el empresario inició un viaje fuera de Andorra que ha provocado que no haya puesto fecha a este encuentro crucial para el futuro de la estación, indican fuentes próximas a la compañía, y añade incertidumbre al proceso.

Asamblea en menos de un mes

Lo deberá hacer en menos de un mes, ya que el mecanismo sólo da 30 días desde que se anuncia la voluntad de liquidar la empresa hasta que se convoque la asamblea donde se producirá la votación.

Viladomat y otros socios controlan el 50% de la propiedad a través de Saeta, empresa que aporta a la marca de nieve las estaciones de Encamp, Pas de la Casa y Grau Roig. Ensisa es el dueño del otro 50% de la propiedad de Nevasa y aporta las pistas de esquí de Canillo, Soldeu y El Tarter.

Discrepancias entre accionistas

Los mismos interlocutores indican que existe una batalla entre los accionistas por el control de los dominios esquiables de Grandvalira. Se trata de las familias Viladomat, Salvans, Baró y Torrella, entre otros. Nombres muy conocidos en el Principado y socios hasta la fecha en la macroestación. 

La temporada 2016-17 cerró con 1,76 millones de forfaits vendidos, el 2% más en los 143 días de la temporada. Unas cifras que se valoran de forma muy positiva por las nevadas irregulares a lo largo de toda la campaña de invierno. Desde la empresa recuerdan que en los últimos cinco años se han registrado cifras récord de actividad que confirman el éxito de la explotación de los 210 kilómetros esquiables.

Problemas con el Gobierno

Otras fuentes del Principado señalan las discrepancias entre los propietarios de las pistas de esquí y el Gobierno de Antoni Martí.

El primer problema es la ampliación de la estación. Indican que se ha llegado al límite y que para gestionar la demanda se necesita crecer tanto en pistas como en plazas de aparcamiento, uno de los principales problemas de Grandvalira. Presentaron un proyecto para ampliar las pistas de Soldeu, construir una gradería y un aparcamiento de unas 1.000 plazas. Pero el plan ha topado con la legislación urbanística y no se ha alcanzado ningún acuerdo. 

La falta de continuidad de este proyecto unido a las tensiones internas habría llevado a Saeta a tomar una decisión que se asegura que no se puede revertir. El bien más preciado de Grandvalira es la marca, así como el fondo de comercio y los clientes. El futuro de las pistas de esquí que se unieron en 2003 dependerá de la decisión que se tome en la junta extraordinaria.