El Gobierno elimina el impuesto de generación para contener la factura de la luz

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado este miércoles en el Congreso de los Diputados que el Gobierno suprimirá el impuesto a la generación eléctrica. Dejará de gravar con el 7% del valor de luz para rebajar la factura final que reciben los usuarios.

Se trata de la medida estrella de un paquete de actuaciones que el Ejecutivo socialista presentará en las “próximas semanas” con el objetivo final de atajar la espiral alcista del coste de la electricidad. También se contempla mejorar la cobertura que reciben los consumidores más vulnerables. La ministra apunta a revisar el bono social eléctrico con subvenciones a la calefacción.

Pobreza energética en invierno

Estas medidas deberán estar en marcha antes del inicio del invierno, una de las épocas más complicadas para las familias que viven una situación de pobreza energética. La falta de recursos para poder calentar las viviendas es parte del trabajo que se aborda desde los servicios sociales, los encargados de gestionar los recursos públicos disponibles.

Ribera ha defendido en la Cámara que prescindir de la financiación a la generación resulta la “medida más adecuada y acertada para enviar una señal por parte del Gobierno y aliviar la factura del consumidor”. Concluye que no debe ser el ciudadano el que “cargue con el peso” del coste del sistema.

Tasa para limitar el déficit de tarifa

El impuesto en cuestión fue creado por el PP en 2012. Fue la piedra angular de una reforma energética que puso en pie de guerra al sector pero que intentaba cubrir un agujero de casi 29.000 millones de euros en el sector, el llamado déficit de tarifa.

Los productores, que han pagado unos 2.700 millones anuales, llevaron el gravamen ante el Tribunal Constitucional. Los magistrados inadmitieron a trámite la cuestión al considerar que no colisionaba con ningún otro impuesto parecido en el Estado.

Nueva reforma energética

La ministra ha subrayado que el Gobierno tiene la “clara voluntad” de abordar “con seriedad” la estructura de todo el mercado. Afirma que tienen previsto mandar “señales fiscales coherentes” y regular de forma ordenada el almacenamiento. Se quiere llegar aun modelo energético “distribuido, limpio, eficiente y digitalizado”.

Ribera ha cargado contra la “improvisación” que considera que ha existido hasta la fecha con la gestión de este sector. “Se han puesto parches incompatibles con los objetivos de descarbonización a medio y largo plazo, y se han generado expectativas que no se cumplen y que nos pasan factura”, sentencia. El Gobierno socialista promete que quiere hacer frente a la situación.