El mundo financiero miran especialmente en estos días a China por el caso de Evergrande / EP

El mundo financiero miran especialmente en estos días a China por el caso de Evergrande / EP

Business

El Gobierno chino mantiene en vilo al Ibex y el resto de grandes bolsas

El posible rescate público del gigante inmobiliario Evergrande disiparía los temores a un episodio como el de la quiebra de Lehman Brothers, que han causado turbulencias en los mercados mundiales

21 septiembre, 2021 00:00

El mundo inversor y financiero mantiene estos días su mirada fija en China. La más que probable quiebra de Evergrande, la mayor inmobiliaria del mundo, amenaza por causar un considerable destrozo en el sistema bancario del gigante chino, con su correspondiente impacto en el resto del planeta. Las grandes bolsas del mundo, sacudidas en los últimos días con esta situación, esperan una maniobra del Gobierno del país que evite un episodio como el de la quiebra de Lehman Brothers en 2008.

De ahí que, al menos en estos momentos, Pekín puede convertirse en el gran aliado de los mercados financieros de todo el mundo. Este lunes, la cruda realidad sobre Evergrande, que ya venía fraguándose en las últimas semanas, ha terminado por manifestarse con el desplome del valor en la bolsa de Hong Kong, que ha arrastrado a su vez al índice Hang Seng a un descenso superior al 3%.

La respuesta de la bolsa

Las bolsas europeas y Wall Street se contagiaban de este movimiento aunque, tras unas horas de desconcierto, las pérdidas se moderaron un tanto. La situación de la compañía, cuya deuda acumulada supera los 300.000 millones de dólares, no contribuye a la calma pero sí la probabilidad de un rescate público.

Al menos, numerosas firmas de análisis de Nueva York apuestan por que Pekín impedirá que Evergrande pueda provocar un caos similar al que Lehman Brothers generó con su quiebra en 2008, precisamente por estas fechas, como consecuencia de la acumulación de activos tóxicos en su balance.

Sin crédito

El estallido del banco estadounidense generó un efecto dominó que fue imposible de detener y que generó una crisis financiera global, que no logró superarse por completo hasta bien entrada la década siguiente. La situación de Evregrande y su incidencia en la banca del gigante asiático ha llevado los nervios y la tensión a los mercados, donde los recuerdos de Lehman Brothers siguen aún muy presentes.

Los expertos interpretan el desplome protagonizado este lunes por Evergrande en la bolsa de Hong Kong como una señal de que la empresa está abocada definitivamente a la quiebra. En los últimos días, las entidades financieras del país han cerrado el grifo a los clientes de la inmobiliaria y no conceden ningún tipo de préstamo que esté relacionado con la compañía.

Comparación complicada

La esperanza de los inversores estriba en que el Gobierno chino aplique el precepto too big to fail (demasiado grande para caer) y proceda a articular una solución que permita que la quiebra de Evregrande tenga un impacto más reducido en el resto de sectores, especialmente el financiero.

Otro factor que contribuye a una cierta calma en los mercados es que la exposición global de la banca china no es comparable con la que presentaba en su día Lehman Brothers. Pese a la indudable apertura de la economía del país en las últimas décadas, los avances no han sido tan importantes como para pensar en un preocupante riesgo de contagio.

Penalización bancaria

Sin embargo, la inquietud entre los inversores radica en la posibilidad de que la quiebra de Evergrande deje tocado el sistema bancario chino, aunque el Gobierno puede evitar males mayores, con el consiguiente impacto en la que hoy ya es la primera economía mundial en términos de actividad (aunque EEUU mantenga el liderazgo en términos nominales).

En las grandes bolsas mundiales, la presión se concentró en el sector financiero, con notables retrocesos de bancos y compañías de seguros, pendientes de las noticias que llegan desde China.

Temores moderados

Se da la circunstancia de que este lunes la mayoría de bolsas asiáticas han permanecido cerradas por festivo, lo que ha hecho que todo el impacto se concentrara en Hong Kong, que sí ha tenido actividad de intercambio de títulos.

Para este martes se esperan notables descensos en las plazas de Shanghai y Tokio en su retorno a la actividad. No obstante, el paso de las horas ha moderado los temores; las bolsas europeas moderaron el lunes sus caídas de primera hora mientras que Wall Street abrió con un tono algo menos bajistas del que apuntaban los mercados de futuros.

Todos miran de reojo al Gobierno chino. De una mera decisión de despacho dependen cientos de miles de millones de inversión en todo el mundo.