Frank Torres, directivo de Nissan / NISSAN

Frank Torres, directivo de Nissan / NISSAN

Business

Frank Torres reclama la colaboración de Gobierno y Generalitat en el cierre de Nissan

El directivo responsable de las negociaciones pide diálogo a los sindicatos para hallar la solución "menos traumática"

25 junio, 2020 12:07

El vicepresidente ejecutivo de Nissan en Rusia y responsable de las negociaciones del cierre de la factoría de Barcelona, Frank Torres, ha instado a los sindicatos a dialogar para hallar una solución "menos traumátia", al tiempo que ha reclamado la colaboración de Gobierno y Generalitat.

En una rueda de prensa telemática, Torres ha advertido este jueves a los sindicatos de que "cualquier amenaza o intención de no querer colaborar va en contra de todo", motivo por el que les ha pedido que se sienten a negociar durante el periodo de consultas que comienza el próximo 30 de junio.

Implicación de las administraciones

Torres ha abundado en que la decsión de cierre de las plantas de Barcelona ya ha sido tomada por la dirección de Japón, aunque ha pedido mantener el "diálogo abierto con todos". Por ello, ha pedido al Gobierno y a la Generalitat para que colaboren en buscar "la mejor opción posible".

"Insistimos en que tiene que haber ese diálogo en el marco donde está emparado Nissan, que es el marco de consultas. Tienen que reconocer a los interlocutores y tienen que entender que si Nissan ha decidido poner a alguien local es con el ánimo de establecer ese diálogo y ver cuál es la mejor solución posible para los empleados", ha manifestado en referencia a él mismo. "Si no estuviera Frank Torres y estuviera otra persona la decisión no hubiese cambiado".

Sin solución viable

Por otra parte, Torres se ha congratulado de que el centro de recambios de El Prat, en el que trabajan 114 personas, quede fuera del cierre: "Hemos convencido a Europa de que el centro de recambios no esté afectado y por eso lo hemos excluido".

Torres ha insistido en que la compañía, tras estudiar la situación de las plantas catalanas, no ha encontrado ninguna solución viable para su futuro en comparación con otras plantas porque tiene una baja capacidad productiva y requiere altos niveles de inversión, lo que se traduce al final en un problema de competitividad, en sus palabras.