Foment señala el camino de la recuperación: alargar las ayudas públicas

“Habrá empresas que para poder sobrevivir tendrán que hacer amputaciones en sus plantillas”. Con esa rotundidad se ha expresado este lunes Foment del Treball sobre las consecuencias de retirar antes de tiempo las ayudas públicas para impulsar la recuperación tras el freno de la pandemia. La patronal catalana ha reclamado la necesidad de prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y dejar de lado el déficit público.

En una rueda de prensa para calibrar la coyuntura económica durante el tercer trimestre, la organización ha alertado de una moderación del crecimiento en aquellos sectores de “fuerte interacción social” a cuenta de los nuevos brotes de coronavirus. Así, el director de Economía de Foment, Salvador Guillermo, ha estimado que la recuperación no será en forma de ‘V’ simétrica sino que será más pausada y no se retomarán los niveles previos hasta finales de 2022 o principios de 2023.

Impacto en el paro

“No tengamos prisa en retirar los elementos financieros ni los ERTE porque podemos agudizar la crisis en un momento en el que el paro es mucho más significativo que en otras zonas de Europa”, ha afirmado Guillermo. En concreto, en la zona euro creció en 26.000 personas hasta junio, mientras que en España llegó a 197.000.

De hecho, el pasado viernes, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se comprometió en el foro Mirando a Europa organizado por Foment, a prorrogar los ERTE hasta que sea necesario. “No tiene sentido desplegar de manera ingente estos recursos para dejarlos caer en el momento más delicado de la economía”, sostuvo.

Potenciar la competitividad

Foment ha reclamado apostar por un plan para la reactivación y modernización de la economía a largo plazo al estilo del proyectado en Francia. Para ello, propone focalizar parte de los 140.000 millones de euros procedentes de Europa en mejorar la competitividad de las empresas.

Mientras tanto, la receta para capear el temporal mientras la alerta sanitaria sigue vigente pasa, por un lado, por el control de los brotes futuros y, por otro, mantener los elementos de “apaciguamiento de la crisis económica para prevenir una crisis social”.