Foment y Pimec temen que el Pacto Nacional por la Industria sea otra 'photo opportunity'

Un propósito ambicioso para un calendario tan ajustado. Más aún cuando la orientación programática del primer borrador, así como su ingente cantidad de propuestas, necesitan una revisión a fondo. "Queremos objetivos claros y actuaciones estratégicas. Nos han dado más de 100 propuestas que deberíamos dejar en 15 o 20, como mucho", señala un interlocutor de Pimec conocedor de las negociaciones. La reducción de las propuestas forma parte de la voluntad de la Administración, pero el escaso margen de tiempo genera desconfianza entre los agentes sociales. Estos temen que el plan quede solo en una photo opportunity que eluda los retos de un segmento que representa el 20% del PIB catalán.

Pendientes de Aragonès

De fondo también se halla la sensación agridulce por los resultados del anterior PNI caducado en 2020. La última hoja de ruta para impulsar la industria catalana contó con una asignación de 1.835 millones de euros. Una cantidad que, según las fuentes consultadas, sería similar al montante del PNI 2022-2025 y se alejaría, por tanto, de los 4.000 millones del Plan de Desarrollo Industrial e Internacionalización del gobierno vasco que los empresarios ponen como modelo.

Además, el anterior PNI estuvo lastrado por una falta de partidas adicionales que complementasen el acuerdo marco durante su ejecución. Una cuestión que tampoco forma parte del debate actual. El mismo interlocutor de la patronal de pymes indica que, sin haber cerrado antes las cuentas públicas de 2022, resulta estéril debatir sobre la cuantía. Para esta tarea se necesitaría un compromiso previo al máximo nivel institucional. "Necesitamos un compromiso de país y, a la vez, conocer cómo quedarán los presupuestos. Por eso el presidente Pere Aragonès debería afirmar que estas políticas son clave para el desarrollo económico de Cataluña", señala.

Planta industrial de Sandoz (Novartis) en Les Franqueses (Barcelona) / EP

Medidas transformadoras

Sin dejar de lado la dotación económica, el contenido del PNI también preocupa a los empresarios. El departamento dirigido por Torrent troceó los ámbitos de negociación, que en último término debe ser validada por la denominada Mesa del Pacto Nacional por la Industria, en cinco grupos de trabajo: financiación y dimensión empresarial; infraestructuras y suelo industrial; capital humano; digitalización e internacionalización y sostenibilidad y economía circular.

En la anterior estrategia se primaron las actuaciones convencionales de estímulo industrial. Así, el epígrafe de competitividad y ocupación sumó 738 millones de euros, la mayor proporción de todos los capítulos. Por el contrario, palancas de cambio como la industria 4.0, la digitalización y la sostenibilidad sumaron conjuntamente 329 millones de euros. Unas necesidades que, tras la modernización a marchas forzadas provocada por la crisis sanitaria, deberían ganar peso en el nuevo pacto. Petición que, además, engrana con las críticas que el último PNI recibió por parte de los sindicatos. CCOO llegó a tildar de "papel mojado" el acuerdo para pilotar la política industrial entre 2017 y 2020.

Calendario poco realista

Actualmente, los equipos de las patronales elaboran sus enmiendas al primer borrador de la consejería. Una fuente de Foment resalta la "predisposición positiva por parte de la consejería" a aceptar parte de las modificaciones. Pero, acto seguido, añade: "Esto obviamente debe convertirse en un proyecto transformador para aprovechar el potencial de los fondos Next Generation". Falta limar asperezas, "separar el grano de la paja", según este interlocutor.

De nuevo, el calendario manejado por el Govern dificulta este objetivo. Las previsiones oficiales pasan por remitir el próximo 1 de diciembre un segundo borrador a la mesa general del PNI. "Nos hemos comprometido a acelerar todo el proceso, pero no descartamos que algunas materias puedan retrasarse al próximo año", apuntan desde Foment. En Pimec son más terminantes sobre la urgencia impresa a este diálogo. "Estamos de acuerdo con la urgencia, pero una cosa es esto y la otra que nos marquemos plazos que afecten a la calidad del trabajo", remarcan desde la organización de pymes. Torrent tiene menos de dos meses para convencer a los representantes de los empresarios de que esta vez el PNI quedará en algo más que una foto.