Imagen del pago con tarjeta de crédito, un gesto que ha disparado el gasto de las familias / EFE

Imagen del pago con tarjeta de crédito, un gesto que ha disparado el gasto de las familias / EFE

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Las familias gastan más con tarjeta al no controlar la factura final

El Instituto de Coordenadas señala “factores psicológicos” para justificar el incremento del 15% del gasto de los hogares por el uso del plástico

11 noviembre, 2019 13:37

El mayor uso de las tarjetas de crédito ha propiciado que el consumo en los hogares haya incrementado el 15%. Este avance se justifica por “factores psicológicos asociados” a la comodidad de esta metodología de pago, tal y como indica el Instituto de Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada que analiza la evolución del consumo interno, el principal motor económico del país.

Los expertos manifiestan que “no existe dolor” al usarlas. Es menor que en el pago en efectivo y no se controla ni lo que implica la cantidad ni se pone freno a las compras más compulsivas, hecho que propicia que el gasto de las familias crezca a dos dígitos. Todo ello, en un momento en el que los hogares basan sus planes de inversión, aunque sea en bienes menores, en una previsión “muy optimista de sus rentas futuras”.

Ahorro en mínimos

El estudio del Instituto de Coordenadas basa sus conclusiones en los datos aportados por el Banco de España sobre el ahorro familiar. También tiene en cuenta que la actual tasa de ahorro está en “mínimos históricos”, por debajo del 5%.

Remarca que hasta la fecha la tarjeta crédito se usaba para compras de mayor importe, una tendencia de gasto que ha cambiado en los últimos años. Ahora se han “ampliado a casi todas las opciones”, y esto ha llevado al “sobreendeudamiento familiar” y al sacrificio de las “previsiones de ahorro” en pro del consumo más compulsivo.

Desvinculación de la renta

La percepción de que cualquier pago es asumible reduce el valor que se asigna a cada una de las compras. “Todo parece asequible”, concluye el informe, sin que se vincule de forma directa al nivel de renta familiar. Especialmente por las facilidades para devolver el dinero avanzado.

La incorporación de las tarjetas de crédito a los dispositivos móviles han superado otra barrera en los sistemas de pago / EFE

La incorporación de las tarjetas de crédito a los dispositivos móviles han superado otra barrera en los sistemas de pago / EFE

Lo que no se tiene en cuenta es que los intereses medios de las tarjetas de crédito superan el 25% y llevan a situaciones “dramáticas para el usuario”. La alerta no se limita al Instituto de Coordenadas, el Banco de España (BdE) también ha mostrado su preocupación ante la nueva realidad.

Deuda constante

El regulador recuerda que si la cuota que se paga sólo cubre el importe de los intereses generados la deuda permanecerá constante. Se corre un riesgo importante de que la familia se quede atrapada en un círculo vicioso cuya salida es muy compleja.

Por todo ello, el estudio concluye que la autoridad financiera debería mantener la vigilancia sobre los “efectos negativos que el conjunto del gasto privado tiene por el uso de medios de pago digitales”. Señala los más sangrante de la situación, que es el domicilio social de las empresas de medio de pago no físico.

Existen territorios con una legislación que facilita sistemas “simplificados, rápidos y baratos” de segunda oportunidad tras una bancarrota. No es el caso de España, donde las deudas de las familias “son eternas a diferencia de las de las empresas”.