Varios carpinteros trabajando en una fábrica de muebles de madera / EP

Varios carpinteros trabajando en una fábrica de muebles de madera / EP

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Los fabricantes de muebles lanzan un mensaje de calma ante la crisis de materias primas

La guerra en Ucrania deja intacto el suministro de madera procedente de Escandinavia y los Balcanes hacia Cataluña, que supone el 70% de toda la provisión del sector

9 marzo, 2022 20:32

La guerra en Ucrania ha encendido todas las alarmas de la industria española, aunque hay sectores que resisten mejor las consecuencias económicas del conflicto. Los fabricantes de muebles, que en la última crisis logística y de suministro encajaron un repunte inusitado del coste de la madera, no se han visto afectados hasta ahora por las hostilidades.

"Ayer mismo bajó un 30% el precio del tablón que llega de Noruega. En el caso de Cataluña, la madera procedente de Noruega, Suecia y los Balcanes representa el 70% de toda la provisión. Estamos menos expuestos que otros actores al suministro de Rusia", explica Alfons Solé, presidente del Gremio de la Madera y del Mueble. Tampoco los aserraderos catalanes procesan la madera llegada del Este, sino que utilizan la que surten los bosques locales.

Llamada a la calma

Pese a que los tableros sí se han encarecido entre un 50% y un 60% en las últimas horas, el portavoz del gremio llama a la calma. "Por el momento la situación es estable", resume. Los tablones de coníferas, sobre todo pino flandes y abeto, llegadas de Rusia representan una escasísima proporción de los usados en las centrales de muebles tanto de Cataluña como de otras regiones como la Comunidad Valenciana.

Madera apilada en un aserradero / EP

Madera apilada en un aserradero / EP

Esto no significa que, más allá de los insumos, la guerra no esté trayendo consecuencias. "Preocupa el repunte de los precios energéticos, pese a que los empresarios en los últimos tiempos han hecho esfuerzos por implantar el autoconsumo y la autogeneración, lo cual puede compensar este crecimiento del precio de la energía. También las exportaciones a Rusia de determinadas categorías más caras se resentirán. Pero el mobiliario prêt-à-porter no se verá afectado", resume.

Ikea sí se resiente

Esta coyuntura difiere de la de otras industrias como la agropecuaria, donde la escasez de maíz, trigo y aceite de girasol derivada de las sanciones contra Rusia ha puesto contra las cuerdas a los productores de piensos, harinas y otros alimentos procesados. Pese a la relativa tranquilidad del segmento del mueble, otras voces consultadas por Crónica Global subrayan elementos de incertidumbre más globales para el sector.

La Asociación Catalana Promotora de la Certificación Forestal (PEFC) comunicó el pasado martes que la madera de Rusia y Bielorrusia pasaba a considerarse "madera de conflicto". Esto es: su uso transigiría los estándares de la entidad internacional para la certificación de las normas sobre la cadena de custodia y podría conducir a la pérdida del certificado. Como ha indicado una fuente de PEFC en Cataluña, esta catalogación ya ha afectado a grandes grupos como Ikea, que sí consumen en altas proporciones la materia prima llegada de Rusia. En cualquier caso, los interlocutores advierten de que habrá que esperar a la evolución de la guerra para saber si los fabricantes salvarán los muebles.