Alexis Tsipras, primer ministro griego, a su llegada a la reunión de esta tarde en Bruselas

Alexis Tsipras, primer ministro griego, a su llegada a la reunión de esta tarde en Bruselas

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Europa contesta cuatro días después que no se cree la propuesta griega

La UE quiere ver aprobadas las medidas que sugiere el Gobierno de Alexis Tsipras antes empezar a negociar el tercer rescate porque ya no se fía.

12 julio, 2015 23:42

La desconfianza y las suspicacias han ganado finalmente la batalla en Europa y ésta ha terminado por responder a la propuesta griega del jueves pasado que no se la cree. La Unión Europea, que acusó al Gobierno de Tsipras de perder el tiempo con el referéndum, ha necesitado cuatro días para dar esa contestación. 

Así que para empezar a negociar en serio los términos del tercer rescate de Grecia, el Parlamento del país deberá aprobar previamente algunas de las medidas que incluía la oferta de Alexis Tsipras, su primer ministro.

Antes del miércoles próximo, la cámara deberá luz verde a su oferta en materia de pensiones --control y reducción del gasto-- y de impuestos -–aumento del IVA y creación de nuevas figuras--.

Encargo a los jefes de Gobierno

Este es el escenario que Alemania consiguió ayer que el Eurogrupo trasladara a los jefes de Gobierno y de Estado de la zona euro para que éstos a su vez se lo transmitieran al Gobierno heleno.

La alternativa es el Grexit temporal, otra idea de alemana. De hecho, hay quien ya la ha bautizado como la cláusula Schauble, en honor al titular de Finanzas germano.

La polémica reestructuración de la deuda

En el Grexit temporal la reestructuración de la deuda aparece más clara, mientras que en la otra opción es una alternativa política que se deja en manos de los miembros del Consejo Europeo. No será posible llevar a cabo una quita, dicen, pero no descartan una carencia más larga y vencimientos más largos para los pagos.

Una vez el Parlamento griego aprouebe esas medidas, los acreedores podrán tomar una decisión sobre la apertura de negociaciones del tercer rescate. Un programa de ayuda en el que la eurozona quiere que esté presente el FMI, algo que intentó evitar Atenas.

Según las estimaciones de la troika y que recoge el documento de trabajo de la eurozona, las necesidades financieras de Grecia ascienden a entre 82.000 y 86.000 millones de euros (los griegos habían calculado 50.000). Entre los pagos urgentes que deben afrontar las autoridades helenas y que evidencian la necesidad de "avanzar muy rápidamente" en concretar la ayuda, destacan 7.000 millones el 20 de julio y otros 5.000 millones a mediados de agosto.

Patrimonio nacional de 50.000 millones en prenda

Una de las cuestiones más polémicas que contiene la respuesta europea se refiere a la creación de un fondo de privatizaciones con sede en Luxemburgo y bajo tutela comunitaria en el que se depositarían activos del país por un valor de 50.000 millones para su venta y reducir la deuda con el producto de ésta.

El presidente del Europarlamento, el socialdemócrata Martin Shultz, muy crítico en ocasiones con el Gobierno de Syriza, ha llamado la atención sobre la humillación que esta idea puede provocar entre los griegos.