Registro de la Policía Nacional en las oficinas de Grupo El Salvador / EFE

Registro de la Policía Nacional en las oficinas de Grupo El Salvador / EFE

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La Policía cifra en 3,6 millones la estafa de los ataúdes

La funeraria Grupo El Salvador cambió casi 6.000 féretros de difuntos por otros de menor valor, hecho que engrosó la facturación del grupo

16 mayo, 2022 10:36

La macroestafa del cambio de los ataúdes totaliza 3,6 millones de euros, según las pesquisas de la Policía Nacional. Este sería el margen que habría obtenido Grupo El Salvador, una firma de pompas fúnebres de Valladolid, al vender féretros de un valor a las familias y entregar en realidad cajas más económicas para obtener un beneficio ilícito en la transacción. Se apunta a que repitió la acción hasta en 6.000 ocasiones, hecho que convierte el caso en una presunta estafa masiva y continuada a los clientes. 

Así lo indica el escrito enviado por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violencia (UDEV), que el cuerpo de seguridad ha enviado al titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, la sala que instruye el procedimiento contra el supuesto fraude masivo con las cajas mortuorias. Según el informe, Grupo El Salvador, propiedad de la familia Morchón, cambió 5.996 féretros entre 1995 y 2015. 

La mayoría, particulares

La mayoría de perjudicados son clientes particulares, el 44% del total de los afectados. Otro 36% de los intercambios fue con familias de difuntos que habían contratado una aseguradora. Por ello, en el caso de individuos físicos, se investiga una estafa de 1,6 millones de euros, mientras que a las compañías privadas se habría desfalcado 1,3 millones. 

El resto de afectados son familias de fallecidos que enviaban otras empresas de servicios funerarios a las instalaciones de Grupo El Salvador para llevar a cabo incineraciones. Como no todas las funerarias prestan este tipo de servicios, existe una especia de subcontratación. En estos casos, el menoscabo bajo sospecha es de 721.000 euros. 

'Operación Ignis'

Estas son las cifras preliminares de la Operación Ignis, en la que la UDEV de la Policía Nacional desarticuló una trama acusada de cambiar ataúdes a punto de incinerar por otros de menor calidad, hecho que generó un ahorro a la empresa y un menoscabo a los clientes. Durante unos 20 años, se considera que existen pruebas de que se sustituyeron los citados 5.996 ataúdes, ya que los agentes han cotejado todas las facturas de la actividad que se realizaba en la compañía una a una. 

El cuerpo de seguridad cree que los consumidores pagaban por una caja nueva y, por el contrario, Grupo El Salvador la sustituía en el último momento. El cambiazo tenía lugar antes de situar el ataúd en el horno funerario. 

Ataúdes reutilizados

¿Qué pasaba con los féretros que no se quemaban? Según la Policía, la funeraria los revendía "en hasta tres o cuatro ocasiones". Los operarios de la firma solo los incineraban cuando los recipientes "ya estaban deteriorados o con manchas". 

Todo ello ha salido a la luz por un conflicto laboral. Un exempleado de El Salvador fue denunciado por extorsión por parte del máximo directivo del grupo funerario, Ignacio Morchón. Se cree que exigió un complemento a su jubilación a cambio de su silencio que no le fue concedido, hecho que llevó a ambas partes a los tribunales: la empresa, que quería evitar pagar a su empleado; y el trabajador, que destapó la actividad ilícita en el grupo. 

Policía Nacional practicó registros en las oficinas de la compañía y en domicilios de la familia propietaria. Halló 26 libretas y 800 fotos y vídeos reveladores, el material en el que se sustenta la investigación de esta macroestafa.