Las Torres Mapfre de Barcelona y las Torres Kio de Madrid, símbolos de la gran empresa / CG

Las Torres Mapfre de Barcelona y las Torres Kio de Madrid, símbolos de la gran empresa / CG

Business

España exhibe un mejor reparto de riqueza que los países centrales europeos

Madrid y Barcelona tienen un PIB por habitante superior a la media española, pero lejos de concentrar los recursos como lo hacen Londres, París o Milán respecto a sus Estados

26 enero, 2021 00:00

La riqueza se concentra en las grandes ciudades. La globalización ha llevado a un doble proceso: la acumulación de negocios y transacciones económicas en las grandes urbes, que llevan a un crecimiento de sus países, pero con grandes diferencias internas y el empobrecimiento de las zonas rurales. España, en ese proceso general, ha logrado colocar dos grandes centros, Madrid y Barcelona, a diferencia de los grandes países europeos, que han concentrado ese aumento del PIB en sus capitales.

Entre Madrid y Barcelona, sin embargo, existen diferencias notables, que van más allá de las comunidades autónomas que lideran. El PIB per cápita de Madrid es un 36,9% mayor que la media española, mientras que el de Barcelona es un 20% mayor. Es decir, la Comunidad de Madrid depende más de la ciudad de Madrid que Cataluña de Barcelona, al contar con otros núcleos económicos destacados en el conjunto del área metropolitana de la capital catalana y de comarcas punteras del interior.

España, sin embargo, presenta un mayor equilibrio en el contexto europeo. El PIB per cápita español se sitúa en 26.426 euros, según el último estudio de Bankinter. Por delante de todas las comunidades está Madrid, con 35.913 euros per cápita. Cataluña ocupa la cuarta posición, con 31.119 euros, por detrás del País Vasco, con 34.142 euros, y Navarra, con 32.141. A Cataluña le sigue Aragón, con 28.727 euros. La media de la Unión Europea es de 31.160, justo por encima de Cataluña, que ha estado muchos años por delante de esa frontera.

Milán, la riqueza de Italia

El mapa de ciudades en Europa constata las enormes diferencias entre las grandes concentraciones urbanas y sus respectivos países. Con datos de la web El orden mundial y Eurostat, destaca Milán, Múnich, París y Londres. Si el PIB per cápita en Italia es de 28.662 euros, Milán concentra una riqueza que representa hasta el 67,8% más que esa media italiana. En el caso de Múnich, es del 67,1% mayor que la media alemana, que es de 39.323 euros. En cuanto a París, su riqueza es un 64,7% mayor que la media francesa de 34.352 euros. Y respecto a Londres, la capital británica supera en un 54,5% al PIB per cápita del Reino Unido, que es de 36.397 euros.

El equilibro, por tanto, entre las dos grandes concentraciones urbanas en España, respecto al conjunto del territorio español es mayor, y rompe una de las ideas que ha defendido el independentismo en Cataluña sobre la capacidad de Madrid de absorber la riqueza española. Aunque existe una España vacía, y también una Cataluña vacía, y con grandes zonas con poca actividad económica, la concentración es mayor en los países centrales de la Unión Europea.

El caso de Barcelona

Madrid se puede equiparar a Estocolmo, la capital de Suecia, que tiene un PIB per cápita un 36,5% mayor que la media sueca, que es de 47.984 euros. Madrid tiene, como se apuntaba, una riqueza que representa el 36,9% más que la media española. Con un peso similar, respecto a la media en Alemania, se encuentra la ciudad de Stuttgart, que tiene un 36,4% más PIB per cápita que la media alemana, que es de 39.323 euros.

En el caso de Barcelona se trata de la ciudad con un PIB per cápita más ajustado dentro de las 15 primeras ciudades europeas. Ese menor empuje, y la comparación constante con Madrid explica, según diversos autores como Jacint Jordana, el proceso soberanista a partir de 2010-2012, con la intención de revertir esa situación que se conseguiría, a juicio del independentismo, si Barcelona fuera la capital de un Estado propio.

Sin embargo, la realidad de las grandes ciudades europeas muestra que todo depende de la especialización económica y del equilibrio que se pueda lograr en el seno de un país determinado. Contrata el PIB per cápita de Amsterdam, la capital económica de los Países Bajos, pero no la capital política, que sólo cuenta con un 3% más de PIB per cápita que la media del país. O Berlín, la capital política alemana, que es un 10% inferior a la media alemana, con 35.400 euros per cápita, muy similar al de Madrid.