Un grupo de parados hace fila delante de una oficina de los Servicios Públicos de Empleo de España / EFE

Un grupo de parados hace fila delante de una oficina de los Servicios Públicos de Empleo de España / EFE

Business

España, líder mundial en precariedad por abuso de empleo temporal

El trabajo temporal equivale al 25% del total en España, igual que en Mongolia y Perú, según la OIT

14 noviembre, 2016 18:20

La perpetuación del trabajo temporal impide la recuperación del empleo en España. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) examina hoy las prácticas empresariales en cuanto a condiciones laborales en 150 países. La conclusión es que España lidera el uso abusivo de trabajo temporal.

El informe analiza las prácticas de empresas de 150 países. Más de la mitad de las compañías encuestadas declara no utilizar mano de obra temporal. Un 7,2%, recurre de "manera intensiva" a trabajadores temporales, es decir, más de la mitad de los trabajadores de su plantilla son temporales. De media, la temporalidad en estos 150 países es del 11%. Pero la tasa varía desde menos del 5% en Jordania, Letonia, Noruega y Sierra Leona hasta más del 25% en España, Mongolia y Perú.

Empleo temporal para siempre

Formas atípicas de empleo, concebidas para cubrir vacantes ocasionales, se extienden hasta impedir que se firmen contratos ordinarios, ha advertido hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el informe El empleo atípico en el mundo: retos y perspectivas.

Es el caso del empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencia, la subcontratación, el trabajo por cuenta propia dependiente y las relaciones de trabajo ambiguas. Antes eran apoyos extraordinarios a la plantilla. Ahora son puestos rotatorios.

Ventajas pervertidas

Estas modalidades, que en principio facilitaban el acceso al mercado laboral, se han vuelto en contra de los empleados al no ofrecer pocas expectativas laborales. La flexibilidad que suponen este tipo de puestos tanto para trabajadores como para empresarios era otra de las supuestas ventajas. Sin embargo, en la práctica, esto son beneficios para el empleador pero no para el empleado.

El trabajador tiene menos derechos y hasta exclusión de la cobertura de Seguridad Social, del derecho a la libertad sindical y del derecho a la negociación colectiva, mayor inseguridad laboral, y menores probabilidades de recibir formación, según la OIT.