Enric Crous, director general de Cacaolat en la presentación de su candidatura a la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Enric Crous, director general de Cacaolat en la presentación de su candidatura a la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

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Enric Crous se lanza a por la Cámara de Barcelona con la defensa de polémico voto electrónico

El ejecutivo reconoce que ni Damm ni Cacaolat le apoyan en la nueva aventura que inicia en su prolija carrera empresarial

30 noviembre, 2018 13:35

Enric Crous (71 años) se ha lanzado este viernes a la carrera electoral para convertirse en el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona en sustitución de Miquel Valls. Se ha presentado como el candidato que defiende a ultranza el polémico voto electrónico que ha impuesto el Gobierno catalán en unas elecciones que aún no tienen fecha y que están en el aire por esta medida. A pesar de las discrepancias que ha generado entre el empresariado catalán, el director general de Cacaolat ha “aplaudido” la medida al considerar que movilizará al electorado.

“Es la forma de intentar que haya mayor participación”, ha justificado ante los medios. Crous ha cargado contra el proceso electoral de 2010, la última ocasión en que se celebraron unos comicios en la organización de dinamización empresarial local por los sucesivos retrasos del Gobierno catalán en definir el proceso. Ha tildado de “ridículo” que se quedara en el 2% por el “85% de fraude en el voto por correo” que “dictaminó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)”.

Contra el voto por correo

Crous se ha mostrado muy crítico con la posibilidad de que en las elecciones que se plantean para 2019 se repita esta fórmula de participación, tal y como reclaman los empresarios. La polémica con el proceso diseñado desde la consejería de Empresa y Conocimiento, encabezado por Àngels Chacón, ha llegado al TSJC. Un empresario ha impugnado todo el proceso y ha pedido como medida cautelar al alto tribunal catalán que paralice los comicios. Los magistrados de lo Contencioso Administrativo aún no se han pronunciado al respeto.

El candidato sí que ha reconocido ciertos fallos en el proceso diseñado por la Generalitat. A preguntas de los periodistas, ha reconocido su disconformidad con quién debe sufragar el coste de habilitar la infraestructura técnica para el voto electrónico. “Si la Generalitat impulsa este tema estoy seguro que ayudará de forma económica” al Consejo General de Cámaras de Comercio de Cataluña, ha manifestado.

También ha abierto la puerta a que se combine con el voto presencial y una nueva tipología de elección por correo, “de una forma distinta a la actual”.

Ni Damm ni Cacaolat

Crous ha dado el paso para retomar un cargo institucional --ha estado en Mecabarna y Fira Barcelona-- con una candidatura al margen de las dos principales empresas en las que ha desarrollado su carrera profesional. Cacaolat, donde aún ejerce como ejecutivo, y Damm, la cervecera que lideró durante 25 años.

“Este es un proceso a cuatro años vista”, ha justificado, “es evidente que no estaré en ninguna de estas empresas [al final del mandato]”. Por este motivo, concurrirá a las elecciones con “una de las compañías en las que tengo alguna participación accionarial”. Ha asegurado que “por visión personal” prefiere no participar en los comicios en nombre de un grupo en el que no estará presente en 2023.

Misterio de su lista

También ha dejado claro que su decisión de concurrir a los comicios no implicará su salida inmediata de Cacaolat. “El presidente del Barça no ha renunciado a su empresa ni el de Foment del Treball”, ha recordado. Aunque reconoce que las “personas estamos a disposición de los accionistas que mandan” y ha bromeado con que, a su edad, “ya debería estar descansando”.

Enric Crous en la presentación de su candidatura a la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Enric Crous en la presentación de su candidatura a la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Enric Crous en la presentación de su candidatura a la Cámara de Comercio de Barcelona / CG

Crous no ha querido dar a conocer qué personas le acompañarán en su equipo. Mantienes que debe evitar a estas personas la “presión de otros candidatos” y que por eso prefiere dar él la cara.

Femcat y el independentismo

En la misma línea, ha eludido pronunciarse sobre el apoyo que ha recibido desde la patronal nacionalista Femcat para impulsar su candidatura. Ha asegurado que desconoce cuántas personas de esta organización estarán presentes en su lista, “no he preguntado a nadie que me acompaña ni por su religión ni por sus opciones políticas”. Cabe tener en cuenta que esta entidad participó de forma activa en definir el decreto electoral del actual Govern y que sus propuestas dinamitaron en gran medida las intentonas de Felip Puig y Jordi Baiget, los predecesores de Chacón en el cargo, para impulsar las elecciones camerales.

Crous levanta ahora la bandera la transversalidad en su lista, en línea con la candidatura rival encabezada por Carles Tusquets. Ha defendido la segregación entre intereses empresariales y políticos.

Política y empresa

“He defendido siempre que los empresarios no deberían expresar sus opiniones políticas”, ha declarado. Aunque no siempre ha cumplido con este objetivo. Crous se había manifestado de forma abierta como un maragallista en el pasado y en los últimos tiempos ha hecho lo propio con las tesis independentistas. Con todo, ha reivindicado que cualquier opinión política debe quedarse al margen de su programa para renovar la Cámara de Comercio de Barcelona.

Cuando la consejera Chacón esclarezca cuándo se celebrarán los comicios en las 13 cámaras catalanas, Crous deberá medirse las fuerzas con otras cuatro personas. Tusquets, el candidato que cuenta con el apoyo de Miquel Valls; el letrado Ramón Masià; y José María Torres, el ejecutivo que mantiene un perfil más bajo. 

Elecciones a finales de 2019

Asegura que están llamados hasta 400.000 empresarios en los comicios y propone como una de las primeras medidas de su lista iniciar una campaña de información electoral.

Con todo, la judicialización del proceso deja el calendario con el que trabaja el Gobierno catalán y el Consejo General de Cámaras de Cataluña en el aire. Las elecciones podrían irse incluso a finales de 2019.