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La enésima reinvención de Bañuelos, tras los fiascos de BCN World y Nissan

El polifacético empresario valenciano trata de rearmar su hólding en España enfocado en el pujante sector de la movilidad eléctrica tras hacerse con el control de la cotizada sueca Inzile

28 mayo, 2022 00:00

La vorágine desatada por el futuro de la planta de Nissan tras la decisión del fabricante japonés de dejar Barcelona afloró un buen número de candidatos para tomar el relevo de las instalaciones, entre ellos el de un viejo conocido: Enrique Bañuelos. Tras numerosas aventuras empresariales que han terminado con más sombras que luces, entre ellas el proyecto BCN World, el empresario afincado en Valencia vuelve a la carga en un sector tan en auge como el de la electromovilidad. Y de nuevo, con base en el exterior, en este caso, en Suecia. 

Sin hacer ruido, sin los focos mediáticos de otras épocas, Bañuelos trata de reconstruir un hólding en torno al que agrupar sus actuales líneas de negocio, en las que incluye el inmobiliario aunque en un discreto segundo plano, prácticamente complementario del principal, basado en el desarrollo del vehículo eléctrico.

Base en Escandinavia

Igualmente de forma discreta, Bañuelos se convirtió en la recta final del pasado año en el principal accionista de la empresa escandinava Inzile, fabricante de vehículos industriales eléctricos fundado hace apenas diez años y que cotiza en el mercado de empresas en crecimiento de la Bolsa de Estocolmo (al estilo del BME Growth del parquet español), con una capitalización en torno a los 115 millones de euros al cambio.

La operación, articulada con una ampliación de capital, se ha llevado a cabo a través de QEV Tech, la compañía con la que Bañuelos se ha introducido en el sector de la electromovilidad y a través de la cual también está explotando el negocio de los hoteles que ofrecen como elemento extra el acceso a cargadores para usuarios de coches eléctricos. 

Mix con el negocio hotelero

Para ello no ha dudado en contar con uno de los principales referentes en la materia como es Ricard Puiggros, con el que cuenta como responsable del desarrollo del coche eléctrico de Bendinat, grupo con el que Bañuelos pretende reverdecer viejos laureles en el ámbito empresarial. 

Con más de dos décadas de experiencia en el sector eléctrico y más de cinco años en el desarrollo del vehículo eléctrico, Puiggros trabaja también como asesor para QEV y es un pionero en el negocio de los buscadores de hoteles con servicios de carga para coches de este tipo, que ahora Bañuelos pretende desarrollar a través de EV Hotels & Resorts

Terrenos de BCN World / EFE

Terrenos de BCN World / EFE

El nombre de Bañuelos aparecerá indefectiblemente ligado al fenómeno del estallido de la burbuja inmobiliaria, entre finales de 2007 y comienzos de 2008, con el meteórico ascenso y estrepitosa caída en bolsa de Astroc como bandera. Tras abandonar de forma precipitada España probó suerte en Brasil, con un modus operandi similar: entrada fulgurante, ascenso en tiempo récord y descenso a los infiernos. 

En su último intento por hacer carrera en el ámbito inmobiliario, Bañuelos trató de hacer bueno el proyecto de BCN World, a comienzos de la pasada década, aunque como único trofeo se llevó una fotografía con los integrantes del Govern casi en pleno, incluido su presidente de entonces, Artur Mas, que levantó mucho revuelo en su día, precisamente por el tormentoso pasado empresarial de Bañuelos. 

Amper, el nexo tecnológico

No fue lo mejor ni lo más apropiado para despertar confianza en torno a un proyecto que, por otro lado, aun hoy sigue durmiendo el sueño de los justos, cuando parece haber pasado a mejor vida la moda de los macrocomplejos de ocio y juego que por entonces estaba en la cresta de la ola. 

En la nueva reinvención del polémico empresario tiene mucho que ver probablemente la etapa más olvidada su su periplo en España, cuando se convirtió en el principal accionista de Amper. El segundo coletazo de la crisis financiera pasada se llevó por delante la aventura pero abrió los ojos de Bañuelos al ámbito tecnológico, del que hasta ahora no ha vuelto a separarse por completo. 

Amarga experiencia 

De hecho, sus siguientes pasos se dirigieron hacia un ámbito que combinaba el universo tecnológico con el medioambiental, como es el de la Fórmula E, la competición de velocidad con vehículos 100% eléctricos.

Impulsor de la competición, Bañuelos buscó con afán financiación y encontró en su camino a Alejandro Agag, a la sazón yerno del expresidente del Gobierno José María Aznar. Muy bien conectado con inversores de Oriente Medio, Agag encontró los apoyos suficientes en la Federación Internacional de Automovilismo (FIA, por sus siglas en inglés) para ganar terreno mientras Bañuelos quedaba poco a poco arrinconado, presa también de herencias financieras del pasado que lastraron su camino en la Fórmula E.

Viejos apoyos

Con él se llevó, no obstante, el conocimiento, la experiencia y los contactos en el ámbito del vehículo eléctrico con el que ahora busca una nueva reinvención, para la que además no ha dudado en rescatar algunos compañeros de viaje que le acompañaron en periplos anteriores.

Es el caso de Yago Méndez, antiguo directo de la extinta Caixa Galicia, que fue una de las entidades encargadas en sacar Astroc a bolsa.