El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Barcelona irá a elecciones el próximo 29 de noviembre. No se trata de unos comicios al uso. Unos 1.000 profesionales del sector están llamados a las urnas para renovar una organización sectorial que ha estado dirigida durante años por Joan Ollé, el presidente que decidió en 2010 separarse del Consejo General de API y ha acabado inhabilitado por esta decisión, además de dejar un agujero en las cuentas de la organización.

Como los tribunales han dado razón a la institución estatal, el colegio catalán deberá abonar las cuotas de los ocho años que ha durado el conflicto y pagar los intereses correspondientes. Fuentes próximas a Ollé aseguran que este importe está casi provisionado en su totalidad (faltan los peajes por los retrasos) y reconocen que se ha convertido en un elemento central de las elecciones.

Elecciones por mandato judicial

Junto a Ollé, la judicatura decidió inhabilitar a la junta del colegio de API de Barcelona en bloque por lo que se llevó por delante cualquier sucesión en clave interna. La resolución judicial de la batalla entre agentes de la propiedad también marcaba como prioritario la convocatoria de los comicios, pero ha tardado casi un año en activar el proceso.

Gerard Duelo, nuevo presidente del Colegio de API de Barcelona / CG

Gerard Duelo, el candidato de continuidad para el colegio de API / CG

Finalmente, dos candidaturas se verán las caras. La continuista la encabeza Gerard Duelo (69 años), íntimo de Ollé y vicepresidente de GD Brokers Inmobiliarios. Ha presentado un programa con 45 directrices entre las que se incluyen impulsar la “intercomunicación entre los API”; ampliar el “marco institucional del colegio”; usar las redes sociales “con medida”; recuperar las “prácticas tradicionales que se han demostrado útiles” o “la elegancia y distinción clásica de los grandes eventos”.

Trasfondo político

También asegura que se debe impulsar la presencia de la mujer en el colegio, aunque su candidatura dista mucho de ser paritaria. De los 24 integrantes sólo hay seis féminas. Por el momento, su presencia en redes sociales se limita a divulgar los mensajes de apoyo que recibe de los asociados y en promocionar una parte de una entrevista que se hizo en la que defiende la medida impulsada por Ollé y que ha acabado con su inhabilitación.

Asegura que el Consejo General de API presentó un recurso contra un artículo del estatuto del colegio catalán en el que se reclamaba que la relación entre colegios “no es de súbditos, sino entre iguales” por lo que se requería un “convenio específico”. Afirma que también se incluye en otras organizaciones profesionales y que sólo se ha actuado contra el catalán. Un mensaje con carga política.

Esta cuestión también aparece como telón de fondo de las elecciones de los API de Barcelona. Fue uno de los colegios que se significó en el 1-O con las consiguientes quejas de los asociados, que reclamaban neutralidad política en la organización. Ahora, Ollé lleva esta reivindicación de aparcar debates políticos en el programa electoral.

Quintana, el renovador

Ante sí tendrá una candidatura renovadora encabezada por el consejero delegado de Vivendex, Francesc Quintana (43 años). No se limita a enarbolar la bandera de la renovación, su discurso se basa en proponer que el colegio se ponga las pilas ante los nuevos retos que existen en el sector. Tanto los de digitalización, una realidad compartida con el resto de actividades económicas, como la crisis de imagen que vive las API.

Francesc Quintana, el candidato renovador del colegio de API / CG

Francesc Quintana, el candidato renovador del colegio de API / CG

La dinamización económica ha propiciado que el número de transacciones inmobiliarias haya incrementado, pero también han surgido nuevos operadores del sector que no siempre cumplen con el código deontológico del colegio, explica. Por lo que pide poner de nuevo al cliente en el centro de su trabajo y superar el viejo esquema de que un API se limita a vender y alquilar pisos.

Seis ejes del programa

Su programa consta de seis ejes que parten de la máxima de convertir el colegio en una organización que “administre de forma eficiente y transparente sus recursos”, ya que tanto el colegio como la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña cuentan con un presupuesto de cinco millones anuales. Buena parte se van a sufragar los casi 50 trabajadores que tienen ambas entidades.

Quintana también apuesta por comunicar más de forma interna “y a la sociedad”; impulsar una “bolsa de trabajo de profesionales con formación homologada”; poner en marcha una “consultoría” sectorial; una “área de I+D” para anticipar las tendencias del sector y un “espacio común en el que todos nos sintamos unidos”. Su candidatura es mucho más femenina, con seis representantes de los 17 que se proponen para el colegio.

Dos años más de Ollé

Sea cual sea el resultado de los comicios del próximo 29 de noviembre, Ollé seguirá dos años más vinculado a las organizaciones profesionales de API. El colegio se renueva, pero la legislatura de la asociación durará dos años más. Este es el tiempo durante el que deberá convivir o bien con Duelo o con Quintana.