El Banco Popular gana con el producto financiero, con sus comisiones y gana con la aplicación del modelo concreto de inversión / CG

El Banco Popular gana con el producto financiero, con sus comisiones y gana con la aplicación del modelo concreto de inversión / CG

Business

El Popular comercializó un producto financiero de alto riesgo a espaldas de la CNMV

El banco vendió a decenas de clientes un “contrato financiero atípico” conocido como CCVO por valor de más de 138 millones de euros bajo engaños

18 mayo, 2016 22:33

"No consta en nuestros registros oficiales ninguna comunicación dirigida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de Banca Popular Privada SA, ni de Banco Popular Español SA, con motivo de la comercialización de un contrato financiero atípico, también conocido como CCVO (contrato de compra y venta de opciones), cuyas acciones subyacentes fueran del Banco Popular”.

Así se expresa el director de la CNMV, Jesualdo Dominguez-Alcahud, en una carta enviada a un cliente de la entidad que se siente engañado por haber adquirido ese producto financiero sin conocer los riesgos y el alcance del mismo.

Falta de transparencia

Carta de la CNMV

En este sentido, la CNMV añade que en un documento datado a principios de este año que, “previamente a la contratación de cualquier producto de inversión las entidades debían identificar la situación financiera, experiencia inversora y los objetivos de inversión de sus clientes, cuando ello resultara relevante --como es el presente caso--, para el servicio que le prestaba, así como proporcionar a sus clientes con antelación suficiente una explicación sobre las características y los riesgos inherentes del producto que iban a contratar, de una manera suficientemente detallada, clara, correcta y precisa que permitiera que los potenciales inversores tomaran decisiones fundadas”.

Este documento de la CNMV forma parte de las diligencias que ha seguido el juzgado de primera instancia número 7 de Valladolid contra el Banco Popular a raíz de la denuncia de un cliente de Medina del Campo.

Los hechos denunciados ocurrieron en 2012. El director de la oficina del Banco Popular se puso en contacto con uno de sus mejores clientes, el propietario de la constructora Villaescusa, Alfredo Villaescusa Santos. Le ofreció una “rentable” operación económica que pasaba porque el constructor solicitase un préstamo de 1,5 millones de euros que la propia entidad invertiría en productos financieros “de rentabilidad asegurada”.

Autopréstamo

El Banco Popular se autoconcedió un crédito utilizando como excusa ese cliente. Así, Alfredo Villaescusa firmó (sin saberlo) una petición de crédito al Popular Banca Privada, cuyo montante fue a parar al Banco Popular que lo utilizó para hacer operaciones que con el tiempo se ha sabido que eran de alto riesgo.

Así, y tras unos primeros ejercicios en los que parecía que sí se obtenía rentabilidad, de repente, el capital se esfumó y el atónito cliente se vio empujado por el mismo banco a solicitar un nuevo crédito para sufragar el anterior préstamo de 1,5 millones que se había volatilizado por culpa “del mercado”.

Engañado por el banco

“El banco gana con el producto financiero, gana con sus comisiones y gana con la aplicación del modelo concreto de inversión; el banco gana prestando un millón y medio de euros. El banco gana colocándole un swap o seguro respecto de ese préstamo. Por si fuera poco el banco pretende ganar intentándole vender, ahora, otro producto de préstamo hipotecario para “sujetar” la situación por ellos provocada y, lo más grave, la contraprestación de la pérdida es el beneficio de la entidad, que es la que después le entrega, en compensación, acciones infravaloradas”.

Muchos afectados

El juzgado de primera instancia número 7 de Valladolid finalmente ha anulado todas esas operaciones financieras, exigiendo la reparación económica del denunciante y condenando además al banco a las costa judiciales.

Según reconoció el propio Banco Popular, decenas de clientes compraron esos controvertidos productos financieros, ahora cuestionados por la justicia en sentencia pública. El banco ingresó más de 138 millones. Todos esos clientes tienen, pues, según lo expresado por la sentencia, derecho a ser resarcidos.