El déficit comercial español cae un 5,2%

Buenas noticias macroeconómicas para España. El déficit comercial español -la diferencia entre los exportaciones y las importaciones-, ha disminuido en los dos primeros meses del año. Un fenómeno que es constante desde que empezó la crisis. La parte más positiva, no obstante, es que esta reducción ya no se debe fundamentalmente a la reducción del consumo.

Según datos hechos públicos por el Ministerio de Economía y Competitividad, el déficit comercial español se situó en 4.440,5 millones de euros hasta febrero de este año, lo que supone una reducción del 5,2% respecto al mismo periodo del año pasado.

La disminución se debe fundamentalmente a la buena marcha de las exportaciones, que han crecido un 4%, hasta situarse en 37.759,8 millones de euros, el máximo en el registro histórico, que se inició en 1971.

Las exportaciones, de hecho, han estado en línea ascendente continua en los últimos años, como efecto del aumento de la competitividad de las empresas exportadoras españolas, producido, a su vez, por la reducción de costes -incluyendo los laborales- a que han llevado las políticas de devaluación interna.

Aumentan también las importaciones

La buena noticia es que, mientras que en las sucesivas reducciones del déficit comercial de los últimos años era habitual ver como el factor fundamental, más que el aumento de las exportaciones, era la reducción de las importaciones. Un fenómeno que acostumbra a ir ligado a la reducción de consumo. En estos dos primeros meses del año, en cambio, las importaciones también han aumentado, un 3%, hasta situarse en 42.200,3 millones de euros.

Con estas cifras, la tasa de cobertura se situó en febrero en un 89,5%, lo que significa 0,9 puntos más que la registrada en el mismo periodo de 2013 (88,6%).

También es significativa la mejora del déficit energético, que se ha reducido un 12,6%, hasta los 7.049,1 millones de euros. Los expertos siempre han señalado que el déficit energético es un importante handicap para la economía española. Hasta el punto de que, si no existiera, la balanza comercial de estos dos meses habría registrado un superávit de 2.608,6 millones de euros.