El presidente de la Cambra de Comerç de Barcleona, Miquel Valls (izquierda), y el abogado Ramon Masià (derecha) / FOTOMONTAJE DE CG

El presidente de la Cambra de Comerç de Barcleona, Miquel Valls (izquierda), y el abogado Ramon Masià (derecha) / FOTOMONTAJE DE CG

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El ala independentista de la Cambra de Comerç de Barcelona echa un pulso a su presidente

La institución empresarial debatirá sobre su papel ante el ‘procés’ en un pleno extraordinario convocado inicialmente para discutir sobre la gestión de la actual junta

5 octubre, 2015 13:25

La Cambra de Comerç de Barcelona celebra a partir de este mediodía un pleno extraordinario clave para el futuro de la institución. De entrada, se trata del primer encuentro celebrado bajo esta fórmula que tiene lugar en los últimos 13 años, los que ha durado la presidencia de Miquel Valls. Segundo, porque el debate que se quiere poner sobre la mesa es el de la continuidad del empresario, de 72 años, al frente de la organización y de su equipo directivo.

La convocatoria del encuentro parte de Ramon Masià, el abogado que durante años colaboró con Valls pero que es muy crítico con las medidas impulsadas por la institución para buscar recursos desde que las cuotas camerales dejaron de ser obligatorias a finales de 2010. Paradójicamente, el letrado --sobrino y estrecho colaborador de Antoni Negre, expresidente de la institución empresarial-- era el intermediario por el que habían de pasar todos aquellos con interés de acceder a los plenos camerales cada vez que tenían lugar elecciones.

El negocio de Masiá

El ahora crítico de Miquel Valls estableció un negocio paralelo con el acceso a la institución que pasaba por abonar unas determinadas cuantías económicas que las empresas debían satisfacer para vencer en el epígrafe por el que optaban. El abogado se encargaba de la campaña, tenía una cierta infraestructura que recababa el voto y, por un precio que oscilaba entre los 12.000 y los 25.000 euros, conseguía que el representante de una empresa accediese al órgano de gobierno.

Ahora, parece que en una versión diferencial de la que le llevó a ser un bastión de la Cámara, Masià criticó el pasado julio lo que considera que son deficiencias en la gestión de la organización y la falta de transparencia de la misma. Valls y su equipo, en especial el gerente Xavier Carbonell, le ofrecieron debatir esos asuntos en una sesión plenaria que hoy se celebra.

El verdadero debate: el político

Con todo, hoy no se resolverá el debate abierto en verano. El orden del día no incluye ninguna votación sobre lo que propondrá Masià: la creación de una junta de transición hasta que el Parlament de Cataluña apruebe la ansiada ley de Cámaras de Comercio que autorice la celebración de elecciones. El abogado tiene previsto iniciar una nueva recogida de firmas para reclamar otra junta extraordinaria en la que las 68 personas que la conforman puedan pronunciarse abiertamente sobre su plan. El proceso se dilata. Sus contrarios, por otra parte, relacionan esta súbita vocación con el interés por poner en marcha de nuevo su negocio vinculado a las elecciones.

El punto importante del orden del día, en el que se cuestiona igualmente el papel de Valls, es directamente político. Los miembros de la patronal independentista FemCat, con presencia en el pleno de la Cambra, han aprovechado su fuerza para que al inicio del encuentro empresarial se debata sobre el papel que juega la institución en el procés iniciado por Artur Mas y que las fuerzas independentistas del Parlament de Catalunya pretenden seguir impulsando.

Valls marca distancia con Mas

A los miembros del lobby empresarial nacionalista --en horas bajas desde que tuvo que pagar la factura de haber impulsado Spanair--, le sentó como un jarro de agua fría que Valls se desmarcara del llamado Manifiesto del Far. La Cambra se adhirió inicialmente al colectivo que impulsaba un llamamiento empresarial favorable al derecho a decidir. Se creó en mayo de 2014 junto a Pimec y otras organizaciones menores como el Fòrum Carlemany o las filiales de Girona y Lleida de Fepime.

Se distanció de él un año después, cuando se convocó un acto a principios de septiembre, a las puertas de la campaña electoral del 27S. Mas intentaba entonces conseguir una photo opportunity junto a las instituciones. Tampoco le ha gustado a Femcat la distancia que ha tomado el presidente de la Cambra en los últimos meses, cuando el procés ha llegado a su máxima intensidad.

Concesiones iniciales

Valls inicialmente hizo algunas concesiones al envite nacionalista de Mas. Llegó a publicar un informe sobre la viabilidad de la independencia catalana que después él mismo matizó al explicar que el análisis inicial se había realizado bajo la premisa de que una Cataluña independiente seguiría dentro de la Unión Europea, algo que la propia UE ha negado.

La distancia del presidente de la Cambra con los postulados de Mas no ha implicado una oposición frontal, a diferencia de la gran patronal catalana, Foment del Treball. Sencillamente, ha luchado por mantener la equidistancia y dejar en un segundo plano los nervios de la cúpula del empresariado en torno al del envite nacionalista y las dudas empresariales que han surgido durante el proceso.

Lo ha conseguido, pero ahora los miembros de su organización cuestionan el papel tibio que ha jugado finalmente la Cambra e intentan pasarle factura señalando críticas a su gestión y buscando su salida de la entidad.