Fábrica de Nissan en la Zona Franca / EP

Fábrica de Nissan en la Zona Franca / EP

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Las dudas del Gobierno francés acercan a la británica Ineos a la planta de Nissan

La opción preferencial de la compañía, la fábrica francesa de Daimler, se complica ante las reticencias de París, lo que vuelve a abrir las puertas a la planta de la Zona Franca

7 agosto, 2020 00:00

El acuerdo para prolongar durante un año más la actividad en las plantas de Nissan en Barcelona despeja el camino para encontrar un futuro industrial para las fábricas y sus trabajadores, que bien podría llegar de la mano del fabricante británico Ineos. Interesado en su momento por el complejo de la Zona Franca, la compañía de las islas prefirió explorar la opción de Francia para su nuevo SUV; sin embargo, las dudas del Gobierno galo abren la puerta a un nuevo cambio de tornas.

Poco más de 24 horas después de que se anunciara el principio de acuerdo entre Nissan Motor Ibérica y los sindicatos, que se ha llegado a calificar de histórico, el horizonte se despeja para unos centros de trabajo que hace apenas unos días estaban abocados al desastre, con un cierre traumático en cinco meses y sin una alternativa definida para poder dar continuidad a la actividad bajo otro proyecto.

 

 

Imágenes de la fábrica Nissan en Barcelona / EP

Interés en el peor momento

Precisamente en este escenario comenzó a fraguarse el interés de Ineos por las instalaciones barcelonesas.

El fabricante, perteneciente a todo un conglomerado empresarial liderado por el peculiar hombre de negocios Jim Ratcliffe, está en el proceso de búsqueda de una ubicación ideal para el ensamblaje de su modelo más ambicioso, el Grenadier SUV, con el que pretende dejar en la sombra ni más ni menos que a los míticos Land Rover.

Negociación con Daimler

Descartadas por la crisis las opciones iniciales de levantar centros de producción ex profeso para la producción del Grenadier, que estarían ubicados en Reino Unido y Portugal, Ineos explora posibilidades en la Europa continental.

La incertidumbre en torno a la situación de las plantas de Nissan hacen que Ineos, que llegó a estar notablemente interesada en instalarse en España, valore otras opciones y comience negociaciones exclusivas con Daimler para su planta ubicada en Hambach, en el noreste de Francia, muy próxima a la frontera con Alemania.

Dudas en París

Se trata del centro en el que el fabricante alemán producía su afamado modelo Smart, antes de proceder a su venta, con lo que la oportunidad para Ineos quedaba completamente abierta.

Sin embargo, los planes del emergente Ineos Automotive, prácticamente recién llegado a una industria centenaria, no terminan de convencer al Gobierno francés. Su Ministerio de Industria recela de que el proyecto de fabricación del Grenadier SUV sea capaz de absorber toda la fuerza trabajadora presente en la planta de Hambach.

Una segunda opinión

Y, por otro lado, también alberga algunas dudas sobre el hecho de que fabricar un modelo íntegramente con motor de combustión sea la mejor idea para la fábrica.

Todas estas circunstancias han llevado al Ejecutivo que ahora preside Jean Castex a tomarse algo más de tiempo antes de dar su visto bueno (o no) a la operación. De este modo, el Gobierno francés ha encargado a la prestigiosa consultora Roland Berger un informe para contar con una segunda opinión y poder tomar una decisión con más elementos de juicio.

Encaje complicado

Con todo, la estrategia de Ineos sufre un inesperado retraso que no resulta compatible con sus intenciones de que en 2022 su Grenadier ya esté circulando por el Viejo Continente. Las reticencias de Francia y, sobre todo, el panorama mucho más despejado que presenta el centro de trabajo de Nissan en Barcelona incrementan las posibilidades que la situación dé un giro de 180 grados.

Bien es cierto que para las posibilidades que se han barajado con vistas al futuro industrial de estos centros de trabajo, la llegada de Ineos Automotive no es la que mejor encajaría en un primer momento. Se ha hablado de un posible hub tecnológico enfocado a la movilidad sostenible, lo que no parece compatible con la fabricación de un vehículo con motor de combustión.

Un imperio petroquímico

Sin embargo, cabe tener en cuenta que Ineos es, en esencia, una compañía de origen petroquímico y que en su línea de negocio también tiene cabida el desarrollo de combustibles sostenibles y contribuyentes a reducir las emisiones relacionadas con el transporte privado.

Otro elemento que añadiría una cierta incertidumbre es la peculiaridad del empresario que está al frente del grupo británico. Firme partidario y defensor del Brexit, Ratcliffe no deja indiferente a nadie allá por donde va. El notable crecimiento de la compañía le ha llevado en tiempo récord a contar con más de 22.000 empleados, presencia en más de 25 países y una facturación que supera los 60.000 millones de dólares.