Clientes en terrazas de locales de restauración en Sitges el pasado verano / EFE

Clientes en terrazas de locales de restauración en Sitges el pasado verano / EFE

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Cinco locales de noche reabrirán con test

Los organizadores quieren reunir a 440 clientes con control pandémico: siguen al concierto del Palau Sant Jordi y aguardan al visto bueno de Salud

1 abril, 2021 12:03

Cinco locales de ocio nocturno preparan una reapertura controlada más allá del toque de queda. El quinteto de bares musicales de Sitges (Barcelona) confía en reunir a 440 clientes tras hacerles pasar test y someterse a un estricto control epidemiológico. Se fijan en el concierto-piloto de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi del pasado fin de semana y, por ello, reclaman visto bueno del Departamento catalán de Salud. 

Lo ha avanzado L'Eco de Sitges, precisando que la prueba piloto tendrá lugar el fin de semana del 10 o 17 de abril en la localidad costera. Concierne a cinco locales de noche de la calle Primer de Maig, una de las zonas de fiesta del coqueto destino de playa. 

Apoyo empresarial

Se han implicado en la iniciativa el Ayuntamiento de Sitges, Asociación de Bares de la calle del Pecat, Gremio de Hostelería, Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) y Pimec. 

Administración local y organizaciones empresariales esperan ahora al plácet de la Consejería de Alba Vergés. Fuentes cercanas al proyecto recuerdan que Salud sí dio luz verde a un concierto-experimento de Love of Lesbian con 5.000 asistentes, todos testados, en el Palau Sant Jordi de Barcelona el pasado fin de semana. 

Situación límite del sector

La iniciativa insufla oxígeno en una industria, la de la noche, muy tocada tras más de un año operando al ralentí. En Cataluña, la Generalitat decretó el cierre gubernativo del ocio nocturno en julio de 2020 ante un empeoramiento de las cifras. 

Amagó con reabrir en octubre del mismo año, pero no lo hizo. De hecho, el Govern no ha presentado ni un plan sectorial del sector, algo que prometió recientemente. Mientras, la inactividad ha provocado que muchos operadores se vayan a la insolvencia o se desprendan de activos, como el propio Grupo Costa Este, que vende su sede, como avanzó este medio