La cadena Dia se desangra en bolsa tras recomendar JPMorgan una caída del 19%

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Dia se precipita al infierno en su séptimo aniversario en bolsa

Mientras el inversor ruso Fridman baraja lanzar una OPA, el grupo roza el mínimo histórico y las dudas sobre su modelo de negocio provocan la caída de ingresos y el desplome del beneficio

24 junio, 2018 00:00

El próximo 5 de julio Dia, la multinacional española de supermercados, cumplirá su séptimo aniversario en la Bolsa de Madrid. Y lo hará en medio de una crítica situación a todos los niveles.

Con unos números paupérrimos, un modelo del negocio franquiciado en entredicho y las últimas devaluaciones de las divisas argentina y brasileña --dos de sus principales mercados al margen de España--, que han abocado a la cotización del grupo de distribución a estar a punto de caer por debajo de su mínimo histórico, con los fondos bajistas haciendo su agosto.

Tocaba Dia fondo a principios de agosto de 2011, en los compases iniciales de su estreno en el parqué, cuando llegaba a cerrar en 2,5 euros. Una situación que rápidamente enderezaba y que le servía para ingresar, el 2 de enero de 2012, en el Ibex 35, el selectivo índice de la bolsa española. Posición de privilegio de la que nunca ha salido.

Múltiples incertidumbres

Ahora, las múltiples incertidumbres se han agolpado sobre el grupo presidido por la hispano-venezolana Ana Maria Llopis --que ya ha anunciado su intención de dejar el cargo más pronto que tarde tras el ictus sufrido hace casi dos años--, y ese mínimo histórico está a punto de caer, con la cotización de los últimos días por debajo de 2,7 euros. Sin ir más lejos, este viernes Dia cerraba la semana bursátil con la acción en 2,64 euros, con lo que su valor de mercado asciende a poco más de 1.640 millones de euros.

Todo se ha precipitado en el último año, desde la irrupción en el capital del magnate ruso Mikhail Fridman. Entonces, su llegada supuso el último arreón alcista. La compra del 3% y la notificación de que firmaba una opción de compra para llegar al 10% --que ampliaba hasta el 15% el pasado mes de enero-- propiciaron que Dia llegara a los 6 euros para elevar su capitalización a 3.700 millones.

Fugaz subida con la llegada de Fridman

Se trataba de una subida que no llegaba a los niveles alcanzados en la primavera de 2015 --cuando Dia cotizaba en 7,6 euros por acción y su valor superaba los 4.700 millones--, pero que fue vista por los analistas como el inicio de un periodo de estabilidad, con la llegada de un accionista de referencia que el grupo echaba en falta. Nada más lejos de la realidad.

Desde entonces, todo ha ido de mal en peor. Trimestre tras trimestre, los argumentos de los más críticos con el modelo franquiciado se están imponiendo. Han venido a certificar que, detrás de aquellas imparables aperturas --a ritmos del 20% anual--, existía un negocio con un futuro más que incierto.

Apertura de tiendas y pérdida de cuota

¿Cómo era posible que aumentaran las tiendas de manera exponencial y, al mismo tiempo, Dia perdiera cuota de mercado?, se preguntaban muchos de esos fondos de inversión que, sabedores de esto, se han venido lucrando a manos llenas durante todos estos años apostando en posiciones cortas. Las quiebras de muchos franquiciados han venido a destapar la fragilidad de la frágil estrategia de la cadena de supermercados.

Durante años, estos empresarios mantuvieron el tipo a duras penas gracias a las ayudas recibidas desde la matriz, que buscaba su propio beneficio al garantizarse que estos franquiciados compraran género, aunque en muchos casos realmente no lo necesitaran.

Franquiciados con el agua al cuello

Se trataba de que las ventas crecieran a toda costa, aun a sabiendas de que algunos franquiciados estuvieran con el agua hata el cuello por hacer frente a esos costes obligatorios, como reiteradamente han venido denunciando desde Asafras, la asociación de afectados por las franquicias de supermercados, sobre todo de Dia.

Hasta el pasado mes de marzo, Dia contaba con 7.385 tiendas en el mundo, después de que en la Península Ibérica --mercado que aglutina el 72% de los locales-- se cerraran 139 establecimientos. Como compensación, en Brasil y Argentina se abrieron 126.

El futuro pasa por Fridman

En este contexto y en medio de esta crisis de calado --que las devaluaciones de las divisas argentina y brasileña han acentuado en las últimas semanas--, todos miran hacia el magnate ruso Mikhail Fridman, que en noviembre, o antes, alcanzará el 25% del capital de Dia, cuando ejerza la opción de compra del 10% comprometida en enero.

Aunque, en ese momento, no parecía que la intención del inversor de origen ucranio fuera lanzar una OPA para quedarse con el 100% de la empresa, muchos analistas aprecian que el bajón registrado por la cotización pudiera provocar un cambio de opinión.

Y todavía más si, como parece, la tendencia a que Dia siga cayendo se mantiene. Un tercio de los analistas que siguen al grupo controlado por Fridman -con dos de sus hombres sentados ya en el consejo- entienden que la situación no va a mejorar a corto plazo y que lo mejor es seguir vendiendo las acciones. Más leña al fuego.