La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero / EP

La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero / EP

Business

La deuda condenará a España a pagar 15.000 millones adicionales al año

La Airef alerta de que el fin de la compra de bonos y de la política expansiva por parte del Banco Central Europeo complicará la sostenibilidad de las cuentas públicas

23 junio, 2021 00:00

España está abocada a perpetuar el escenario de elevada deuda pública y el coste de este problema va a complicar no tanto la recuperación tras la crisis del coronavirus sino, precisamente, los años que le seguirán, lo que algunos ya han bautizado como unos nuevos “happy twenties”. Por lo pronto, la retirada de los estímulos por parte del Banco Central Europeo (BCE) hará que la factura de la deuda se incremente en 15.000 millones anuales por cada subida de 100 puntos básicos de los tipos.

Son cálculos y perspectivas de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), cuya principal inquietud no se encuentra tanto en lo que suceda en el corto plazo como en el medio y largo, dado que los planes elaborados por el Gobierno no contemplan una perspectiva tan amplia.

Los problemas, a partir de 2023

Ahí es precisamente donde puede estar el principal problema de la economía española en el futuro más inmediato, de acuerdo con la presidenta del organismo independiente, Cristina Herrero. Los cálculos de la Airef sobre el crecimiento del PIB en 2021 y 2022 (en los entornos del 6,5% y 7%, respectivamente) están en línea con los del Gobierno y los de algunas organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Pero en lo que no somos tan optimistas es a partir de entonces, es decir, en 2023 y 2024”, ha apuntado Herrero.

Tendencia peligrosa

En su intervención en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la responsable de la autoridad fiscal independiente ha recalcado que, al margen de las cifras de estimaciones, en permanente revisión por la elevada incertidumbre aun existente, “lo más importante es ver la tendencia porque es lo que nos permite aventurar qué problemas tendremos encima de la mesa”.

Por encima de todos ellos, uno muy particular; en realidad, una vieja conocida: la deuda pública. La crisis no ha hecho más que agravar una situación arrastrada precisamente desde la anterior recesión, cuando pasó de suponer un 35% del PIB a superar el 100%.

Una factura insostenible

Un escenario que, con las previsiones de la Airef en la mano, se perpetuará en el tiempo, con lo que esto supondrá para las arcas públicas cuando el BCE ponga fin a su política expansiva y la compra masiva de deuda pública de los países de la eurozona, a más tardar en el primer trimestre de 2022.

La presidenta de la Airef, Cristina Herrero / EP

La presidenta de la Airef, Cristina Herrero / EP

Las estimaciones de la Airef sitúan la deuda pública en un 112% del PIB en 2024, cuando la vuelta a las cifras anteriores a la pandemia en todos los indicadores sean más que una realidad. “A partir de entonces, una subida de tipos de 100 puntos básicos supondrá una factura de 15.000 millones de euros al año adicionales para pagar los intereses”, ha apuntado Herrero, quien ha ido más lejos y ha pronosticado una cifra del 165% del PIB para 2050 debido al progresivo incremento de los costes derivados del envejecimiento de la población.

Actuar a largo plazo

“Ahora no parece existir ningún tipo de riesgo de que el BCE abandone su política expansiva. Pero tarde o temprano lo hará. Y 100 puntos básicos no son apenas nada”, sostienen en la Airef. Sin ir más lejos, hace algo más de un año los tipos del bono a 10 años en el mercado secundario se situaban aproximadamente 100 puntos básicos por encima las cifras que registran actualmente. Por entonces, el BCE había anunciado sus primeras medidas contra la pandemia pero aún no había sacado el denominado “bazuka”: la partida de 750.000 millones de euros para acaparar el mercado de deuda de la zona euro, que después incluso amplió.

En su intervención, Herrero se mostró preocupada por el hecho de que el escenario que dibuja la deuda supone que las cuentas públicas se encuentran en una situación de debilidad. “Por eso insistimos en recomendar un marco de actuaciones a largo plazo. Y cuando se nos responde con la existencia de numerosas incertidumbres, lo que decimos es que es son precisamente éstas las que hacen más necesarias tener un horizonte con mayor perspectiva”.

La supervisión sigue

En este sentido, la presidenta de la Airef ha recordado que el hecho de que la Comisión Europea haya suspendido de forma temporal las reglas fiscales no significa que se haya eliminado la supervisión.

“Bruselas ha insistido mucho en que las medidas a tomar tenían que ser selectivas y temporales” con el fin de no desatender el control de las finanzas públicas y, al mismo tiempo, evitar que determinados elementos nocivos, como el incremento de la deuda, se conviertan en estructurales.